Más allá de la gran sensación de ‘relax’ que generan los masajes, estos se pueden convertir en una poderosa herramienta de seducción tanto para hombre como para mujeres. Y no solo se pueden hacer con las manos: cualquier parte del cuerpo es válida.
DESPACIO Y SIN PRISA
Se trata de acariciar suavemente los músculos, sin mayor apuro y con mucho cariño. Los masajes contribuyen a mejorar el sistema linfático, eliminar las toxinas, estabilizar las hormonas (aunque, a veces, las alborota) y a acabar con muchos dolores.
La espalda, los hombros, el cuello y las piernas son las zonas más estimulantes. Y si esto lo combinas con una suave música, con un delicado aroma y, quién sabe, con un agradable coctel, los resultados pueden ser sorprendentes para bien de la pareja.
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