BRASILIA (AFP).– El juez brasileño Joaquim Barbosa, hijo de un albañil y de una limpiadora, se convirtió en el primer presidente negro de la Corte Suprema de Brasil y es considerado por muchos como un héroe contra la corrupción y la desigualdad social.
Barbosa, de 58 años, saltó a la fama por ser el implacable instructor del juicio que condenó por corrupción al excírculo político del expresidente Luiz Inácio Lula da Silva.
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