José Cevasco: ¿Necesitamos una segunda vuelta?

El resultado de la segunda vuelta electoral me hace repensar si realmente debemos mantenerla. Si somos honestos con nosotros mismos, es la primera vuelta la que realmente refleja la voluntad popular para elegir a los integrantes del Congreso y al presidente del Perú.

La segunda vuelta genera enfrentamientos entre la población, y de alguna manera permite el reacomodo de las fuerzas políticas; los partidos y líderes dejan su identidad e ideología política por cuotas de poder, apoyando a cualquiera de los dos candidatos finalistas.

Tener solo una primera vuelta sería sinónimo de respeto a la verdadera voluntad popular, pues en ella se elegiría a los miembros del Legislativo y, además, al presidente de la República, de forma que este último tendría su mayoría parlamentaria.

Hoy, lunes, que escribo la columna, los resultados de los comicios del domingo dan como presidente a Pedro Pablo Kuczynski, con una bancada parlamentaria que le es insuficiente para lograr la ansiada gobernabilidad, quedando a expensas de la mayoría parlamentaria que le pertenece al partido de Fuerza Popular.

El escenario político en los siguientes cinco años es incierto. PPK tendría que pedir facultades legislativas o llegar a un acuerdo político con Fuerza Popular, para lograr una estabilidad entre poderes.

Es decir, los posibles resultados de la segunda vuelta están generando ya la necesidad de establecer permanentes acuerdos políticos para lograr una estabilidad, que bien pudo conseguirse en la primera vuelta.

Entonces, cabe preguntarse: ¿Necesitamos realmente una segunda vuelta? ¿Cuánto nos ha costado esta en términos económicos y emocionales a los peruanos? ¿La segunda vuelta es realmente el reflejo de la voluntad popular o lo es la primera?
Es momento de repensar si la segunda vuelta le da gobernabilidad al país y si es necesaria para fortalecer nuestra democracia.