La convivencia política en el Congreso, al menos por ahora, será tensa, no solo porque Fuerza Popular es oposición, sino porque el grupo parlamentario oficialista lo hizo manifiesto cuando votó en blanco en las elecciones para la Mesa Directiva multipartidaria. Unos dicen que esa posición fue porque no los invitaron a conformarla. Sin embargo, creo que fue un mal paso, porque dejaron pasar una buena oportunidad para iniciar a tender un puente de diálogo.
El vuelto se lo dio Fuerza Popular al no aplaudir a PPK en su juramentación. Si ese va a ser el comportamiento de las principales fuerzas políticas del país, podría llevarlos rápidamente a un desgaste ante la opinión pública. La mayoría de la población busca siempre el entendimiento y el diálogo entre los políticos. Si “Juan se pelea con Pedro”, los ganadores podrían ser los espectadores, que por el momento están en el balcón, que son los otros grupos parlamentarios.
Parte de la política son los gestos y, en lo que respecta al Congreso, la diplomacia parlamentaria es fundamental para el entendimiento y la proyección de la imagen, que, no debemos olvidar, es la principal fuente de percepción ante la opinión pública.
Si la percepción genera un sentimiento negativo, será muy difícil poder revertirla. No debemos olvidar que las primeras conductas son las que valen y marcan la pauta. Sería conveniente revaluar las conductas de Fuerza Popular y de Peruanos por el Kambio para que no se deslegitimen ante la opinión ciudadana como grupos antagónicos y que no conocen el entendimiento.
“El fondo” puede ser el mismo, pero las formas hay que saber guardarlas, pues generan imagen y percepciones, que a su vez siembran sentimientos que pueden ser positivos o negativos. La impulsividad no es una buena consejera para gobernar.
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