Leer en las calles la publicidad mentirosa de algunos candidatos al Congreso me indigna. Periodistas, analistas, sacerdotes, políticos y ciudadanos venimos analizando desde hace mucho tiempo que la crisis de imagen parlamentaria también es culpa de aquellos candidatos que, con tal de ganar, prometen soluciones milagrosas para los problemas de los votantes, cuando saben que una vez electos, no podrán cumplir lo que prometieron.
Las promesas falsas son también un acto que va contra la moral, sobre todo cuando se realizan para ganar votos aprovechándose de la ingenuidad del electorado. ¿Qué se debe hacer? Creo que es el momento de que el Congreso se pronuncie para tener mejores parlamentarios. ¿Cómo? Iniciando una campaña pública en la que informen al ciudadano qué puede hacer y qué no el Congreso.
El Legislativo no puede ponerse de espaldas, haciendo la comparsa a los postulantes demagogos. Nuestro Congreso debe iniciar una campaña educativa agresiva para enseñarle al ciudadano a no dejarse engañar por candidatos irresponsables que solo buscan su voto.
Esta campaña no necesariamente debería ser costosa. El Parlamento podría firmar convenios con empresas privadas u ONG que tienen el interés de mejorar nuestro sistema democrático; también podría aliarse con el JNE, que ha demostrado preocupación por mejorar el funcionamiento de nuestro sistema político impulsando las reformas electorales.
No debería haber excusas para que nuestro Parlamento impulse la educación política de nuestros votantes, y tengamos ciudadanos informados, que no se dejen engañar por malos candidatos.
Otro sí. Aprovecho mis últimos “golpes de teclado” para desearles, a los directivos, periodistas y personal administrativo del diario Perú21, personas que me siguen en las redes sociales, la página web del diario y la versión tradicional en papel, una hermosa Nochebuena y una Feliz Navidad.
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