Hallan archivos de 2005, pero no las visitas a López Meneses

¿Quién esconde la verdad? Luego de la desaparición del registro de visitas al exoperador montesinista Óscar López Meneses durante su internamiento en el Penal para Reos Primarios –ex San Jorge– del año 2003 al 2007, anunciada públicamente por las autoridades del sector Justicia, nuevos elementos surgieron en las últimas horas que hacen dudar de la versión oficial.

Este diario recibió la llamada de una fuente del INPE que nos alertó de que no era verdad que los archivos estaban desaparecidos. “Ustedes vayan al penal, en el segundo piso hay que subir por una escalera al techo. En un cuartito están todos los libros antiguos, en costalillos”, nos comentó.

Recogido el dato, Perú21 contactó al congresista Juan José Díaz Dios, miembro de la comisión investigadora de la irregular custodia policial a López Meneses.

El parlamentario aceptó acompañarnos para confirmar la información. Fue así que acordamos encontramos a las 10:00 a.m. en los exteriores del centro penitenciario.

LIBROS DEL 2009 Y CENIZAS
Una vez dentro de sus instalaciones –junto con el parlamentario fujimorista Héctor Becerril– se encontró, en la oficina del alcaide, libros de visitas de los meses de octubre, noviembre y diciembre del 2009.

Estos hallazgos ponían en entredicho lo informado antes por el ministro de Justicia, Daniel Figallo, quien había asegurado que solo se habían encontrado registros de 2010 hacia adelante.

Pero eso no fue todo. En el techo del penal, al que solo se puede tener acceso con una escalera de metal, se encontraron cenizas de lo que parecía papel recién quemado.

Luego, a la salida del centro penitenciario, Díaz y Becerril acusaron a Figallo de haber engañado a la población.

“Hemos descubierto una mentira de Figallo. Eso demuestra que no se hizo una adecuada investigación. Nosotros solo en dos horas hemos encontrado libros de un año anterior”, denunciaron.

Los legisladores manifestaron también su preocupación al haber hallado papel quemado en la azotea del local.

“Cuando hemos subido al techo del penal hemos encontrado cenizas, que no son de colchones, son de papel. Por lo cual, ante tanta mentira, no descartamos que ahí se hayan quemado los libros de los años en que López Meneses ha estado en el penal”, advirtió Becerril a Perú21.

INPE SE DEFIENDE
La respuesta del jefe del INPE, José Pérez Guadalupe, no se hizo esperar. Acompañado del director del penal, Jorge Astoray, rechazó tajantemente que se trate de un hallazgo los libros de vista de fines de 2009.

“No han encontrado nada porque esto ha estado presente en la alcaidía, son libros que han estado presentes en el anaquel al alcance de todos, ha habido total transparencia, tan es así que dos congresistas los han podido sacar. La confusión es porque los libros van de fines de 2009 hasta el 2010”, explicó.

Respecto de la denuncia de que se habría quemado documentación, Pérez Guadalupe la descartó tajantemente.

“Una cosa es que no encontremos información que tiene que haber y otra es que estemos solicitando u ordenando que se quemen cuadernos. Eso, nosotros no lo vamos a aceptar. Nosotros no tenemos vocación de Nerón; recordemos en qué fecha se quemó el Banco de la Nación, recordemos dónde estaban los hornos en el SIN”, evocó.

Horas después, el parlamentario de Fuerza Popular Julio Gagó, quien acudió en la tarde al centro penitenciario acompañado de la fiscal de turno Vilma Mayano, reveló que se encontraron otros trece libros que datan del año 2005.

“Hemos hallado trece libros más. Un libro de visitas de julio de 2009. Un libro de la puerta principal de 2007 y del 2008. Otro de los abogados defensores de 2005 y 2006. Mi pregunta es por qué hay libros de otro hechos de 2005 y no de las visitas”, cuestionó.

El parlamentario explicó que la visita de la magistrada era para constatar la denuncia que ha presentado contra el jefe del INPE por los delitos de falsedad genérica y encubrimiento real, al acusarlo de no haber dicho la verdad sobre estos hechos.

Gagó descartó,finalmente, que estas acusaciones y diligencias se traten de una venganza política porque el Ejecutivo rechazó el pedido de la excarcelación del expresidente Alberto Fujimori.