22.NOV Viernes, 2024
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Opinión

Un equipo inmenso. Una letra que nadie olvida. Un ídolo que empequeñece a los demás vestido de mito, el blanco y negro que no cesa, la paleta de colores de la pasión, la redecilla en la cabeza para gritar los goles de antaño y el pañuelo batiéndose en el aire de una tribuna futura. Los 26 títulos tatuados en la piel del tiempo y la delantera histórica, a pesar de la foto del Apertura. Decenas de jugadores brillantes, centenares de páginas gloriosas, leyendas del ayer y del mañana que ningún meme o eventual visita al piso de abajo podrían manchar.

Vean a River Plate, renacido de los supuestos escombros de la B, para reinar en Sudamérica. Los grandes de verdad no se arredran, no se humillan frente a la caída, aprenden de sus errores, se reinventan. Se acomodan el mentón, se levantan del piso, se limpian el polvo y vuelven con la cabeza alta hasta el cielo, porque no hay nada mejor que regresar cuando nunca te fuiste y todos te esperaban.

Universitario ya tiene 91 años. Es una vida, millones de vidas pintadas de crema. Una hinchada que no se calla, muchos colegas que se enfundan la camiseta en el Facebook sin rubor, con el orgullo intacto, con ese mismo fervor que ha hecho de Lolo el jugador más idolatrado del fútbol peruano, quizá sin ser el mejor. Un ejemplo que el clásico rival no ha podido imitar construyendo una mitología alrededor de cracks tan ricos como Cueto o Cubillas. Allá Alianza si no lo aprovecha.

Pero hablamos de la ‘U’. De la mitad del país. De este plantel discretísimo que hace lo que puede con novatos y un entrenador como Luis Fernando Suárez, que vino a pasear un mes antes de meterse en el barro. Con la anuencia de José del Solar, allí están las consecuencias. El mismo que aprobó las llegadas de Quiñones, Grossmüller, Alemanno y demás refuerzos fallidos que no sirvieron de soporte a un grupo inexperto. Habrá que prender velas a los jales que se sumarán en el Clausura. Si no le dan otro vuelo al equipo, los resultados dependerán más de aquello que transmita la gente desde la grada que del talento de los futbolistas. Y eso no es garantía para seguir en primera.

Mientras la ‘U’ hace cuentas en el campeonato, celebra su ‘cumple’ y se esperanza en salvadores de pantalón corto, la deuda con la Sunat sigue creciendo y la administración no dice nada. No hay plan de reestructuración a la vista. La ‘U’ está peor que antes y da la impresión que a muchos de sus acreedores les apetece este caos para promover la liquidación. Hace rato que ese partido se pierde por goleada y bajo sospecha. El otro nunca se perderá realmente. Allí están los que llevan el escudo en la tribuna y en el campo. En cualquier cancha. Con garra.

@franciscocairog


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