Autor: Ricardo Monzón Kcomt.
rmonzon@peru21.com
Más acción y menos invocación. Eso es lo que el abogado constitucionalista Enrique Bernales le pide al presidente Ollanta Humala. Recuerda, en esta entrevista, que el Ejecutivo puede presentar proyectos legislativos para acelerar las reformas.
¿Qué reformas se deben aplicar con urgencia?
Se debe evaluar quiénes están autorizados para participar en elecciones, cómo rigen las normas de transparencia para los candidatos, si personas que están en juicio y están detenidas pueden ser candidatos. También habría que analizar lo que sucede en las regiones; ahí se compran movimientos. Uno de los puntos esenciales es revisar la Ley de Partidos Políticos, que no funciona. Lamentablemente, hemos perdido estos tres últimos años de gobierno que debieron ser empleados para hacer la reforma del Estado y reforma política.
¿Que existan más movimientos independientes en regiones es un indicador de que se agrava la situación?
En política no hay vacíos. Si tú, por debilidad, estás desapareciendo como organización política, nadie va a decir: no toquen ese espacio porque es de tal partido. Inmediatamente se va a ocupar, y lo hará un sinvergüenza oportunista que se da cuenta de que es el momento para tener presencia en el poder político. El país no puede darse el lujo de estar representado y gobernado por pandillas de sinvergüenzas.
¿Cómo hacer para que los partidos nacionales tengan mayor protagonismo?
No hay recetas mágicas, pero, desde un punto de vista ideológico, los partidos tienen que volver a sus fuentes de origen actualizándolas. Es decir, yo no puedo ser un contrabandista que me presento como liberal y, cuando llego al poder, hago lo contrario. Hay que acabar con la farsa de personas que candidatean con proposiciones que ilusionan por la izquierda y que gobiernan, después, con criterios y posiciones políticas de derecha.
¿Se refiere al presidente Ollanta Humala?
En parte sí. Finalmente hay que ser muy claros, él está gobernando con la hoja de ruta. El problema es que hay un desfase entre la hoja de ruta, que es de la segunda vuelta del 2011, y la Gran Transformación, que es de la primera vuelta del 2011, con la cual fueron elegidos sus congresistas de Gana Perú. Ahí hay una contradicción que él no ha sido capaz de resolver hasta ahora.
Es decir, ¿los congresistas de Gana Perú tienen una ideología distinta a la que sigue ahora Humala?
Me remito a las pruebas. ¿Cuántas divisiones ha tenido Gana Perú en tres años? Tuvo dos, y puede que antes de las elecciones tenga dos más, ¿quién sabe? Evidentemente, ahí hay una descomposición que proviene del problema que genera la Constitución de que el Parlamento se elige en primera vuelta y al presidente en segunda vuelta. En sistemas que tienen dos vueltas, la elección congresal debe ser a dos vueltas; todo eso tiene que cambiarse, se trata de una reforma profunda.
¿Y esa transformación depende del Congreso, específicamente?
No solo del Congreso. De él depende la decisión de aprobar las leyes que sean necesarias, pero al Ejecutivo corresponde impulsarlas y no lo está haciendo; debe impulsarlas con decisiones y no con invocaciones. El gobierno tiene instrumentos más que suficientes para presentar proyectos legislativos que planteen reformas políticas y puede pedir que se declaren de urgencia y se les dé prioridad en el debate, de manera que no nos engañemos con las invocaciones.
¿Que el partido de gobierno no haya presentado candidaturas a nivel nacional habla de la debilidad de las agrupaciones políticas?
Sí. El primer deber de un partido político es participar, porque en política no hay vacíos. El lugar que Gana Perú deja porque no participa en elecciones lo ocupan los oportunistas, las alianzas efímeras y de ahí salen los malos gobernantes. Gana Perú no puede lamentarse si hemos elegido candidatos cuestionados porque tiene responsabilidad al no haber presentado alternativas.
¿Qué opina del voto preferencial?
Fuera. Hay que botarlo ya, su lugar es la basura, nos ha hecho mucho daño. Basta ver los millones que se gastan en las elecciones. El que tiene plata compra una sigla, se inscribe con un vientre de alquiler y comienza a hacer campañas millonarias, regala cocinas, hace inversiones millonarias y sale elegido.
¿Su eliminación no es la amputación del derecho de los electores de escoger al candidato que deseen?
El voto preferencial no es un sistema adoptado universalmente por las democracias. Hay distintas fórmulas de democracia mucho más avanzada que la peruana de voto por listas cerradas, respetando el orden señalado por los partidos. En el Perú el voto preferencial ha sido un factor fundamental de corrupción.
Alan García dijo que se debe eliminar el voto preferencial porque es el instrumento de los bandidos, pero él fue elegido mediante ese sistema en la Asamblea Constituyente de 1979…
Yo también fui elegido así en el 80, 85 y 90, pero eso no tiene nada que ver. Las cosas, en el origen, pueden ser buenas y luego se corrompen. Evidentemente hay que ver cómo se corrompen. Me quedo con la opinión del señor Alan García.
AUTOFICHA
- “Debe haber financiamiento público. Este no sería exclusivo; puede haber aportaciones de militantes o de privados, pero a condición de que en las declaraciones juradas de los aportantes se detalle lo que han donado. Esto tiene que hacerse público a través de un sistema”.
- “Si se va a permitir que subsistan movimientos regionales, eso tiene que regularse mejor, porque no está bien normado. Existe una laxitud que permite que se gobierne sin ningún control. Ojo que ahora las regiones tienen mucho dinero”.
- “El financiamiento público por supuesto que ayudaría a los partidos a ser más organizados. Correría en paralelo a la Ley de Partidos Políticos que establezca cómo se estructura y cómo se comprueba la existencia real de un partido, y los partidos tienen que ser nacionales”.
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