En Parque Jurásico, novela de Michael Crichton publicada en 1990, la clonación de dinosaurios era posible. Todo gracias a un mosquito. Resulta que, millones de años atrás, este bicho le picó a un dinosaurio. Luego, la muerte sorprendió al insecto cuando todavía tenía sangre del reptil en su interior.
En el siglo XX, el mosquito fue hallado dentro de un bloque de ámbar. Aún tenía la sangre y, por lo tanto, se podía extraer ADN para traer de vuelta a los extintos dinosaurios. Y lo hicieron.
CIENCIA FICCIÓN
La fantasía de Crichton está lejos de materializarse. De hecho, investigadores de la Universidad de Manchester han confirmado esto recientemente. Resulta que, dentro del ámbar, el ADN no se conserva durante tanto tiempo. Según un reporte de The Guardian, fue imposible hallar ADN en muestras con una antigüedad mayor a los 10,600 años.
Lo cierto es que la ciencia moderna está en capacidad de reconstruir genomas a partir de muestras de ADN que no superen el millón de años. Los dinosaurios se extinguieron hace 65 millones de años, así que la chance de revivirlos es prácticamente nula.
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