El primer ministro del Líbano, Najib Mikati, dijo hoy que el presidente Michel Suleiman le pidió permanecer en su cargo pese a que ofreció renunciar, en momentos en que la población expresaba su temor e indignación por el asesinato de un alto funcionario de inteligencia opositor al Gobierno en Siria.
Mikati también afirmó que sospechaba que la muerte del brigadier general Wissam al-Hassan ayer en la explosión de un coche bomba –en la que murieron otras siete personas– estaba vinculado al procesamiento de un exministro partidario del presidente sirio, Bashar al Assad, por un complot en el Líbano.
El primer ministro dijo en una conferencia de prensa en el palacio presidencial que había ofrecido su dimisión a Suleiman, a fin de dejar el camino abierto a la formación de un Gobierno de unidad nacional, pero que el mandatario le pidió que no dejara su puesto por el momento.
Mientras Mikati hablaba, hombres armados y manifestantes bloqueaban calles con neumáticos en llamas en Beirut y otras ciudades del país, en protesta por la muerte de Hassan.
Políticos libaneses acusaron a Assad de ser el responsable del ataque, el cual intensificó los temores de que la guerra civil sectaria que sacude a Siria se esté propagando al país vecino.
El grupo libanés de oposición “14 de Marzo” pidió la dimisión del Gobierno, que incluye a ministros del influyente grupo radical Hezbolá, después del atentado de ayer en un barrio cristiano de Beirut.
“Hoy, más que nunca creo que debe haber un Gobierno de consenso nacional”, dijo Mikati. “El Gabinete renunciará finalmente, pero por el momento debemos asumir una postura a nivel nacional y llamo a los libaneses a unirse”, agregó.
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