Fidel Castro contrató a dos antiguos miembros de las SS nazis para que entrenaran a militares cubanos en 1962, según documentos de los servicios secretos alemanes citados por el diario alemán Die Welt, en un artículo que incluye la tentativa del régimen comunista de comprar armas de fabricación belga a través de dos intermediarios de la extrema derecha alemana.
Estos planes se dieron durante el mes de octubre del mencionado año, en plena crisis de los misiles, cuando casi se desata un conflicto nuclear entre Estados Unidos y la Unión Soviética por el despliegue de estas armas rusas en territorio cubano.
Los exnazis iban a recibir sueldos muy sustanciosos que llegaban a cuadruplicar el salario medio de un alemán de la época, reseña la nota de Die Welt recogida por el diario español El País.
El 26 de octubre de 1962, según Die Welt, el Bundesnachrichtendienst (BND) aportó pruebas sobre la supuesta presencia en Cuba de al menos dos antiguos SS de los cuatro que habían respondido a la invitación del régimen de La Habana.
“Evidentemente el Ejército revolucionario cubano no temía el contagio con personal vinculado con el nazismo, siempre y cuando sirviera a sus propios objetivos”, expresó Bodo Hechelhammer, director de la sala de investigaciones históricas del BND.
De acuerdo con los informes del BND, Castro se habría servido de dos traficantes de armas de la extrema derecha alemana, Otto Ernst Remer y Ernst Wilhelm Springer, para tratar de comprar unas 4,000 pistolas de fabricación belga.
La conclusión a la que llegaron los servicios secretos alemanes era que el régimen cubano deseaba sacudirse la absoluta dependencia de la compra de armamento soviético. Para ello, astro debía explorar otros posibles suministros de armas.
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