El Gobierno de Colombia ordenó investigar hoy las versiones de un supuesto espionaje a miembros del equipo negociador de paz por parte del Ejército a lo largo de un año, en un nuevo escándalo sobre interceptaciones ilegales.
En su cuenta de Twitter, el ministro de Defensa, Juan Carlos Pinzón, anunció que ordenó a la comandancia del Ejército investigar las denuncias. “Le he pedido al COMANDANTE_EJC que *investigue situación de supuestas chuzadas (espionaje)* a equipo negociador en la Habana":
mindefensa”, escribió.
El régimen del presidente Juan Manuel Santos negó estar detrás de cualquiera presunto espionaje. El supuesto espionaje “en ningún momento fue autorizado por el Gobierno… jamás ha dado una instrucción en ese sentido”, afirmó el ministro del Interior, Aurelio Iragorri, al ser consultado sobre el reporte publicado anoche por la revista Semana en su página web.
Sobre el proceso de paz que realiza el Gobierno con las FARC “esperemos que (la denuncia) no lo afecte, es una situación que nos afecta a nosotros mismos, digamos, estamos siendo víctimas… Es muy importante la investigación y se aclare el tema”, añadió el ministro en una entrevista con radio Caracol.
Semana divulgó una investigación que dijo haber realizado durante 15 meses y que descubrió que la oficina de espionaje, cuyo nombre clave era “Andrómeda”, fue instalada en un local comercial de dos pisos al oeste de Bogotá, tras la fachada de un pequeño restaurante y de un centro de enseñanza de informática.
Según el reporte, en ese local un capitán del Ejército, miembro de una de las centrales de inteligencia técnica, lideraba un equipo de uniformados y jóvenes civiles hackers que monitoreaban datos como correos electrónicos, números personales de identificación o “pines” y mensajes de texto, entre otros, pero no voces.
Dijo que la tarea se habría desarrollado entre septiembre de 2012 y octubre de 2013 cuando el local fue cerrado debido a que “todo estaba muy caliente” y temían un allanamiento de autoridades judiciales.
Entre las personas cuyos datos eran monitoreados, según Semana, figuran Humberto de la Calle, jefe del equipo negociador del Gobierno en los diálogos de paz que sostiene desde fines de 2012 en Cuba con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
También estaría el Alto Comisionado para la Paz y negociador, Sergio Jaramillo, así como la ex senadora y activista de derechos humanos Piedad Córdoba y el representante a la Cámara por el izquierdista partido Polo Democrático Alternativo, Iván Cepeda, añadió el reporte.
“Será tarea de la justicia averiguar para quién y porqué funcionó Andrómeda y si se trata de ruedas sueltas en el Ejército”, añadió Semana al destacar que hasta ahora es incierto quién dio la orden y quién recibió los datos recolectados. Comentó que funcionarios le aseguraron a la revista que desconocían lo que estaba ocurriendo.
La revista solo destacó que “curiosamente” en agosto de 2012 el expresidente Álvaro Uribe (2002-2010) “sorprendió al país al anunciar que el gobierno de Santos estaba realizando diálogos con las FARC”, una negociación que fue confirmada por el propio mandatario en septiembre de aquel año.
Sin embargo, la revista dice que aún debe investigarse el origen de tal espionaje. Uribe, un duro crítico de las FARC y muy activo en las redes sociales, aún no comentaba el caso.
En La Habana, donde la víspera comenzó la ronda 20 de diálogos, voceros de las FARC aún no comentaban el caso.
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