El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, que busca sumar apoyos para una intervención en Siria, anunció que hablará a la Nación el próximo martes y aseguró que fue elegido “para poner fin a las guerras, y no para comenzarlas”.
“Fui elegido para poner fin a las guerras, no para comenzarlas, pero el mundo no puede permanecer con los brazos cruzados” luego del ataque con armas químicas por el que Washington acusa al régimen sirio, declaró Obama en una conferencia de prensa al término de la cumbre de líderes del G20 de San Petersburgo.
En una rueda de prensa al término de la cumbre, Obama dijo que sigue convencido de la necesidad de lanzar un ataque militar contra Siria por el uso de armas químicas.
El mandatario subrayó que “debe haber una respuesta firme y debe haber medidas serias” para castigar al régimen de Bashar al Assad, pues las armas químicas son un peligro para toda la región.
“Seguimos pensando que el régimen de Assad usó esas armas y es una tragedia. También es una amenaza para los países vecinos y para todo Oriente Medio porque pueden caer en manos de grupos insurgentes”, afirmó.
También alegó que la mayoría de los líderes de los países que integran el G20 están de acuerdo en que el presidente sirio es responsable de utilizar gas venenoso contra civiles.
Once naciones del G-20 condenaron este viernes el ataque con armas químicas en Siria del 21 de agosto e instaron a una fuerte respuesta internacional, según un comunicado.
La declaración fue firmada por mandatarios y representantes de Australia, Canadá, Francia, Italia, Japón, Corea del Sur, Arabia Saudita, España, Turquía, Gran Bretaña y Estados Unidos.
En tanto, Obama agregó que hubo desacuerdos entre los miembros del G20 en torno a si era conveniente utilizar la fuerza en Siria sin una resolución de las Naciones Unidas.
“Pedimos una respuesta internacional fuerte a esta violación grave de las reglas mundiales y conciencia de que enviaremos un claro mensaje de que este tipo de atrocidad no puede repetirse jamás. Aquellos que perpetraron estos crímenes deben hacerse responsables”, agregó el escrito.
SEGUIRÁ APOYANDO A DAMASCO
El presidente ruso, Vladimir Putin, dejó claro que Rusia no quería ser arrastrado a una guerra por Siria, señalando que Moscú mantendrá los niveles actuales de apoyo a Damasco en caso de una intervención militar extranjera.
Consultado al final de una cumbre del G20 sobre si Rusia ayudaría a Siria en esas circunstancias, Putin no hizo ninguna referencia a defender al país de Oriente Medio o incrementar la asistencia militar.
“¿Ayudaremos a Siria? Lo haremos. Los estamos ayudando ahora. Les proveemos armas, cooperamos en la esfera económica y espero que cooperemos en la esfera humanitaria (…) para proveer ayuda a esas personas –civiles– que están en una situación difícil hoy”, exclamó Putin.
Si te interesó lo que acabas de leer, recuerda que puedes seguir nuestras últimas publicaciones por Facebook, Twitter y puedes suscribirte aquí a nuestro newsletter.