Dicen que no es una guerra, pero está claro que no es un jueguito. Es Perú (8° con 8) y es Chile (6° con 12) en eliminatorias. Clásico del Pacífico, rivalidad histórica. Viejas deudas, varias clasificaciones deshilachadas por derrotas con el vecino del sur y seis partidos consecutivos que festejan en nuestra cara. Por todo eso, y así estemos bastante lejos del sueño de Brasil 2014, a Chile se le tiene que ganar.
Perú debe jugar mejor que nunca hoy (9:10 p.m.) en el Nacional. Se nos cayó Carlos Zambrano por el ‘bendito’ hombro y ayer fue desconvocado Juan Vargas porque no mejoró de su fatiga muscular. Antes ya estábamos extrañando a los suspendidos Luis Advíncula y Paolo Guerrero, pero ni modo. Hay que jugar a muerte con lo que tenemos, conscientes de que Chile tampoco tendrá a Jorge Valdivia, Matías Fernández, Humberto Suazo, Marcelo Díaz y Sebastián Pinto.
La clave será imponer nuestro juego en el medio. Manejar la pelota y tocarla rápido para romper la presión, evitando que ellos la recuperen pronto y se la tiren al temible Alexis Sánchez. Hay que llevar el partido adonde queremos y, después, golpear con agresividad arriba, con un Jefferson Farfán que tiene que ser decisivo picando por banda, haciendo diagonales y abriendo terreno para André Carrillo, los laterales y Claudio Pizarro, el ‘14’ que hoy debe cumplir con el mandamiento del ‘9’.
¿Chile? No ha cambiado mucho en relación con el equipo que nos ganó 4-2 en Santiago, pero hoy tiene a Sampaoli en el banco y la promesa de jugar como en tiempos de Bielsa para enderezar el rumbo (vienen de tres derrotas en eliminatorias). Que quede solo en deseo. Que se vayan con el alma rota, como reza un vals.
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