El problema son los delincuentes, no los ciudadanos honestos

Dardo López-Dolz,Uso de la palabra
Analista

¿Por qué sancionar a las víctimas de los delitos para disminuir la tasa de criminalidad o que todo material o actividad que no esté expresamente autorizado, se encuentre prohibido? ¿O exigir que toda actividad a realizarse con el material controlado deba gozar de autorización previa, sujeta a justificación de necesidad, abriendo una inmensa puerta discrecional (léase corrupta) para que el funcionario decida qué necesita usted, mientras permite cancelaciones por resultar el cajón de sastre denominado “razones de seguridad pública, política exterior o defensa nacional”?

Plantea regular y controlar todo objeto de la vida cotidiana que pueda ser usado como arma o simular serlo, mientras insiste en prohibir el uso de armas de calibre 9mm y potencia similar o mayor a esta, arremetiendo contra el derecho de propiedad de quienes las adquirieron legalmente.

El anteproyecto da un trato especial para las armas de propiedad de instituciones públicas, abriendo una peligrosa puerta para cuadros paramilitares y claramente discrimina al otorgar más valor a la protección de la vida de un militar o policía en actividad o un diplomático que a cualquier otro ciudadano, incluidos los militares y policías en retiro.

Aumenta la carga de la hoy colapsada SUCAMEC, al insistir, en reducir la vigencia de las licencias, con el añadido de pretender que las personas que aún con licencia vigente se tenga que cumplir los nuevos requisitos so riesgo de que el Estado les robe su propiedad y prohibir poseer (así las haya comprado legalmente) o usar municiones en cantidades superiores a las establecidas o usar elementos que hacen más preciso el disparo, como las miras telescópicas y los dispositivos láser, así como la comercialización de juguetes y réplicas, cuando en casi todo el mundo son de venta libre, tal como los arpones, arcos, ballestas, armas neumáticas, hondas y juguete pues no son armas de fuego.