En Nochebuena hubo más de 30 incendios

Mientras que en la mayoría de hogares se vivió ayer un clima de armonía y felicidad, en otros reinó el desconsuelo.

Durante la Navidad se produjeron 34 incendios en Lima y el Callao. Dos de estos, de gran magnitud, devastaron 12 casas en el primer puerto, y un tercero redujo a cenizas un almacén de plásticos en San Juan de Lurigancho.

En total, el Cuerpo General de Bomberos reportó 125 emergencias, las que –en su mayoría– ocurrieron en las primeras horas del día.

SE QUEDARON EN LA CALLE
El primer siniestro se registró en la cuadra 9 del jirón Loreto, en el Callao. Seis viviendas fueron devoradas por enormes llamas que se iniciaron la noche del lunes y que fueron sofocadas recién a las 2 de la madrugada de ayer.

Mientras que, al mediodía de ayer, otro incendio consumió seis casas de una quinta chalaca ubicada de la cuadra 2 de la avenida Contralmirante Mora.

A este lugar llegaron 10 unidades de los bomberos, las cuales necesitaron tres horas para controlar la emergencia. Vecinos de la zona señalaron que unos niños jugaban con pirotécnicos y que uno de estos artefactos habría desatado el infierno.

Por fortuna, en ninguno de los casos se reportaron muertos ni heridos. Sin embargo, las 12 familias damnificadas perdieron absolutamente todo y ahora no tienen dónde vivir.

PLÁSTICO QUEMADO
En tanto, en el distrito de San Juan de Lurigancho, un almacén de plásticos, ubicado en la avenida Los Ciruelos, quedó en escombros.

El fuego –que se desató poco después de la medianoche– afectó, igualmente, a dos casas contiguas al local.

En este caso también se sospecha que los fuegos artificiales (que, lamentablemente, volvieron a ser protagonistas de la Navidad) originaron el siniestro, aunque los bomberos no descartan que se haya producido un cortocircuito.

TENGA EN CUENTA

- Antonio Zavala, jefe de los bomberos, indicó que la mayoría de los amagos de incendio fueron producto de la mala manipulación de pirotécnicos.

- El burgomaestre del Callao, Juan Sotomayor, se comprometió a entregar carpas y alimentos a las familias damnificadas.