Iris Mariscal
imariscal@peru21.com
A pesar de las numerosas tragedias que han ocurrido a causa de la fabricación artesanal, el almacenamiento y la venta de pirotécnicos, las mafias siguen produciendo estos ilegales productos. Sin embargo, un hecho que alarma es que, ahora, los ‘fabricantes’ emplean más pólvora, lo que hace que estos artefactos sean más potentes y peligrosos.
De acuerdo con información de la Dirección General de Control de Servicio de Seguridad, Control de Armas, Munición y Explosivos de Uso Civil (Dicscamec), en recientes operativos se han incautado artefactos con gran cantidad de la mencionada sustancia detonante.
¿Y LA FISCALIZACIÓN?
No obstante las recomendaciones de las autoridades, los inescrupulosos comerciantes continúan con esta ilícita actividad. Una de las razones es la falta de fiscalización y control, lo cual hace que estos artículos se produzcan en diversos distritos de la capital.
Perú21 realizó un recorrido por algunas zonas de Lima y encontró decenas de talleres clandestinos en los conos Este, Norte y Sur.
Estos están ubicados a la altura del kilómetro tres de la Carretera Central, en Ate. También en el kilómetro 25 de la Panamericana Norte, en Puente Piedra, y cerca de la asociación Umamarca, en San Juan de Miraflores.
Los hallamos también, pero en menor cantidad, en la zona de Acho, en el Rímac.
Los fabricantes artesanales producen desde los cohetecillos hasta los ‘toritos’, que generalmente son usados en fiestas patronales. Pero los predilectos del público son los que “explotan más fuerte”, como el ‘huanuqueño’, la temida ‘rata blanca’, el peligroso ‘rascapiés’ y los ‘silbadores’.
Los precios oscilan entre los 5 soles, en el caso de los pirotécnicos más pequeños –los cuales son vendidos principalmente a escolares–, y cientos de soles, en el caso de los castillos utilizados en grandes eventos.
Por otro lado, estos explosivos se distribuyen en diversos mercados de la capital y hasta en provincias. Lo alarmante es que son trasladados sin control, lo que podría ocasionar una tragedia.
Así, las promocionadas campañas de la Policía y de los municipios por una Navidad segura no son rigurosas.
Por el contrario, los vecinos de estos lugares se sienten más inseguros que nunca en esta época del año porque sus casas podrían explotar en cualquier momento debido a que los fabricantes almacenan grandes cantidades de material inflamable.
En nuestro recorrido comprobamos que los explosivos son almacenados, incluso, en los techos, tal como es el caso de los talleres en Ate y en Puente Piedra.
Tampoco existen los extintores ni otros elementos contra incendios cerca de los talleres clandestinos.
“Todos los años es lo mismo. Yo tengo hijos pequeños, y todos los del barrio podemos morir si es que una chispa cae. Siempre dicen que van a prohibir la venta, pero nada cambia. Aquí se fabrican los pirotécnicos durante todo el año, y en los años que tengo viviendo acá, nadie hace nada”, comentó una vecina de Ate que prefirió mantener su nombre en el anonimato por temor a posibles represalias.
Otra cosa sorprendente es que todos los locales ostentan grandes letreros en los que incluyen sus números telefónicos para contactarse. Sin embargo, estos carteles parecen ser invisibles para los ojos de las autoridades.
De acuerdo con los representantes de la Gerencia de Fiscalización y Control de la Municipalidad de Lima, desde la semana pasada se ha prohibido el ingreso de vehículos a Mesa Redonda. Es más, ahora se revisarán los paquetes y objetos extraños con los que ingresan algunos comerciantes, a fin de evitar que ocurra una tragedia similar a la del año 2001, en la que murieron más de 300 personas.
Además, indicaron que este año se pondrá más énfasis en resguardar la seguridad en las galerías del Cercado de Lima.
Sin embargo, las autoridades no explicaron las medidas de fiscalización que implementarán en el resto de la capital para erradicar los talleres clandestinos.
TENGA EN CUENTA
- Hasta ocho años de cárcel pueden recibir las personas que fabriquen, distribuyan o vendan pirotécnicos de manera clandestina.
- El último jueves, la Policía inició la campaña ‘Navidad Segura’, la cual tiene como objetivo erradicar la comercialización de este producto en los centros comerciales de Lima, tales como Mesa Redonda y el Mercado Central.
- Los únicos lugares seguros donde se pueden adquirir estos fuegos artificiales son las ferias autorizadas. Hasta el momento, la Dicscamec no le ha otorgado el permiso a ninguna de ellas en la capital.
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