EL CAIRO (Reuters).– Seguidores de los Hermanos Musulmanes de Egipto atacaron e incendiaron un edificio del Gobierno en El Cairo, mientras familias intentaban identificar cientos de cuerpos mutilados en una mezquita de la capital un día después de ser baleados por las fuerzas de seguridad.
El Ministerio de Salud de Egipto informó que 638 personas murieron y más de 4 mil resultaron heridas en el peor día de violencia en la historia moderna del país árabe más poblado del mundo.
Partidarios de Hermanos Musulmanes señalan que la cifra de muertos es mucho mayor ya que hay cientos de cuerpos aún sin contabilizar por las autoridades. Soldados y la Policía se enfrentaron contra manifestantes que reclamaban la restitución del presidente Mohamed Mursi, depuesto el 3 de julio.
El Ministerio del Interior advirtió que las fuerzas de seguridad usarán nuevamente munición real para contrarrestar cualquier ataque contra ellas o contra edificios públicos.
CONDENA DE EE.UU.
“Estados Unidos condena firmemente los pasos que han tomado el Gobierno interino y las fuerzas de seguridad de Egipto. Deploramos la violencia contra los civiles. Apoyamos los derechos universales esenciales para la dignidad humana, incluyendo el derecho a la protesta pacífica “, dijo Obama. Washington revisará la asistencia a Egipto y canceló ejercicios militares conjuntos previstos para setiembre con el Ejército egipcio, al que financia con US$ 1,300 millones.
TENGA EN CUENTA
- Hermanos Musulmanes advierten que la rabia de sus seguidores está fuera de control.
- El Gobierno redujo en dos horas el toque de queda impuesto en la víspera.
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