WASHINGTON (EFE).– La casa donde Ariel Castro mantuvo retenidas durante diez años a tres mujeres en Cleveland (Ohio) fue demolida como parte del fallo por el que fue condenado a cadena perpetua.
El primer golpe de demolición lo realizó Peggy Arida, tía de Gina DeJesús, una de las jóvenes secuestradas, de origen puertorriqueño. “Tenía tanta rabia dentro de mí que quería hacerlo. Me sentí muy bien. Fue como ver caer una casa de los horrores”, explicó.
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