Cristal y Garcilaso otra vez al ‘ring’

Es una cuestión de raza. De eso que no se toca pero se siente. Es cuestión de raza, del calor interno que puede llevar a confirmar una primera sonrisa o realizar una hazaña digna de los libros de fútbol. La raza celeste, que desea marcar su retorno con el pie firme de un campeonato, o la raza ‘inca’, escudada por los espíritus de un imperio que anhela renacer. Cristal vs. Garcilaso, a las 3.00 p.m., en el Estadio Nacional. Aquí podría acabar todo, o no.

Porque, tras el 1-0 en Cusco, los rimenses quedaron a medio paso de su título número 16 y, para abrazarlo, les basta el empate. Para mejor, la estadística dice que en Lima no han perdido en todo el año ante rivales de altura. Tienen siete triunfos y dos empates. “Debemos dejarlo todo como lo hicimos en el Cusco”, señaló el volante celeste Jorge Cazulo.

Los cerveceros no solo llegan con la moral al tope tras el triunfo de la ida. La promesa de un premio por campeonar (se habla de un millón de soles) está en la mente del plantel, que tendrá a su mejor once, a excepción del lesionado Yoshimar Yotún. “El secreto está en jugar como si no hubiéramos triunfado en la ida”, sentenció Carlos Lobatón quien, junto con el portero Erick Delgado, se despediría hoy del cuadro bajopontino. El defensa Walter Vílchez, que podría ser titular como lateral izquierdo, también dejaría La Florida.

INCAS CON ESPERANZA
“Tenemos confianza en revertir el resultado a pesar de tener las cosas en contra”. Ramón Rodríguez expresa el sentir del Garcilaso. Los cusqueños no solo deben buscar el triunfo desde el inicio, sino que deben hacerlo sin su goleador Andy Pando, despedido del plantel por razones no del todo claras. El DT Freddy García jugaría con el ‘Ratón’ como único punta y, un poco más atrás, el volante paraguayo Fabio Ramos. Con ello, el argentino Emiliano Ciucci sería titular en el mediocampo. Además, debido al cupo de extranjeros, el golero Juan Goyoneche irá por Diego Carranza. Todo con tal de ganar en Lima y forzar el tercer partido en Tacna.

Cuestión de raza. La celeste está a un paso de marcar su retorno, pero la cusqueña busca el milagro. Raza de final que marcará la piel de uno.