QUITO (AFP).– En su discurso de posesión para un nuevo mandato hasta el año 2017, el presidente de Ecuador, Rafael Correa, aseguró que la mayor parte de la prensa latinoamericana es “muy mala” y, además, cargó contra la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
“La prensa latinoamericana, con las honrosas excepciones de siempre, es mala, muy mala”, dijo Correa tras ser investido en el Congreso.
El mandatario izquierdista, enfrentado con los grandes medios privados de su país –a los que acusa de intentar de-sestabilizarlo–, añadió que “una prensa libre es vital para la democracia, pero una prensa mala es mortal para esa misma democracia”.
Correa denunció que es víctima de un permanente “linchamiento mediático”, como –según él– también lo sufre la mandataria de Argentina, Cristina Fernández, y como lo vivieron los fallecidos gobernantes de ese país y de Venezuela, Néstor Kirchner y Hugo Chávez, respectivamente.
“No han podido ni podrán con nuestra integridad. No pudieron frente a la de Néstor Kirchner, la de Hugo Chávez; no podrán contra la de Cristina Fernández”, enfatizó.
El presidente ecuatoriano atribuyó esos ataques al hecho de que en su país “ya nadie puede estar por encima de la ley”, lo que –según él– tiene enfadados a los “poderes fácticos que nunca la respetaron” y a un sector de la prensa al que acusó de hacer activismo político.
Asimismo, cuestionó el papel de algunos medios de comunicación latinoamericanos durante las dictaduras militares de los años 70 y 80, indicando que fueron cómplices de los abusos de esos regímenes contra los derechos humanos.
“Los grupos que apoyaron a tantos genocidas, sus medios de comunicación, son los que nos hablan frecuentemente de derechos humanos. Saben que nadie va a aguantar las botas de las dictaduras, y por eso inventan medios más sutiles para continuar oprimiendo a los pueblos”, dijo.
ATAQUE A LA CIDH
En ese contexto, Correa criticó a la CIDH, frente a la cual su gobierno promueve una reforma para que la sede cambie de Estados Unidos a un país de la región.
Quito también cuestiona que la CIDH, y en particular su Relatoría para la Libertad de Expresión, reciba financiación del Gobierno norteamericano.
“La CIDH cumplió un papel histórico, de inmenso valor, en los procesos contra las dictaduras militares. Sin embargo, ahora que nuestros países están, en una importante proporción, dirigidos por gobiernos de enorme legitimidad, a esos gobiernos se les trata muchas veces peor que a los regímenes dictatoriales”, expresó.
Rafael Correa acentuó sus críticas hacia la CIDH luego de que este organismo le concediera medidas cautelares al diario ecuatoriano El Universo, al que le ganó una demanda por injuria el año pasado.
El fallo condenó a tres años de cárcel y al pago de 40 millones de dólares a tres directivos y un exeditor del periódico, pero Correa les extendió un perdón.
TENGA EN CUENTA
- La oposición quedó preocupada por el discurso de Rafael Correa sobre cómo se va a seguir tratando la libertad de expresión en Ecuador.
- El mandatario también cuestionó a la OEA porque el bloque no tiene una postura definitiva en temas cruciales como el de las Islas Malvinas.
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