BRASILIA (Reuters).– Brasil y México respondieron indignados a reportes de prensa de que Estados Unidos espió correos, mensajes y conversaciones de sus presidentes, en un escándalo que amenaza con enfriar las relaciones de Wa-shington con las dos mayores economías de América Latina.
El ministro brasileño de Relaciones Exteriores, Luiz Alberto Figueiredo, le pidió explicaciones a la Casa Blanca y puso en suspenso una visita de la presidenta Dilma Rousseff a Washington para octubre.
“Desde nuestro punto de vista, eso representa una violación inadmisible e inaceptable de la soberanía brasileña”, dijo Figueiredo en Brasilia.
Y el reporte de que la Agencia Nacional de Seguridad (NSA) violó las comunicaciones de Enrique Peña Nieto también molestó a México, un crucial aliado y socio comercial de Estados Unidos.
“El Gobierno de México rechaza y condena categóricamente cualquier labor de espionaje sobre ciudadanos mexicanos en violación del derecho internacional”, afirmó la secretaría de Relaciones Exteriores en un comunicado.
TENGA EN CUENTA
- Tanto Brasil como México convocaron a los embajadores de EE.UU. en sus respectivos países para que den las explicaciones del caso.
- La presidenta brasileña Dilma Rousseff está evaluando llevar el caso de espionaje a la ONU.
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