Por Carlos Bernuy Flores
cbernuy@peru21.com
Para la Real Academia de la Lengua Española la palabra refuerzo se define como “persona que se une a otras para aportar su fuerza o eficacia y hacer más sólido algo”. Para Alianza Lima la palabra refuerzo se define como: “Jugador de baja calidad que perciba sueldo barato y apague las voces que piden fichajes”. Juan Diego Gonzales-Vigil es nuevo jugador de Alianza Lima. Jugador sí, refuerzo no.
Y la culpa no es del futbolista, que como todo trabajador debe conseguir un sueldo y un sustento. La culpa es de quienes lo consideran un aporte al club. Gonzales-Vigil es, por lo menos nominalmente, un atacante. Un atacante que no tuvo club los últimos meses y que no tiene virtud alguna para el puesto, salvo el sacrificio extra y los metros que recorre para marcar la salida de los defensas rivales.
Pero lo que necesita Alianza Lima en este momento a gritos son goles, y que tampoco se aseguran con la presencia del uruguayo Mauro Guevgeozián que marcó cinco goles en una práctica (recordar que en 2010 su compatriota Píriz Alves hizo lo mismo y luego fue un desastre). El jugador que debía llegar a Alianza era uno que garantizara más goles que Miguel Mostto y Wilmer Aguirre, es decir, al menos 10 de aquí a algunos meses.
Vigil no lo puede hacer. No tiene precisión frente al arco rival, su fuerza no marca diferencia, y también suele errar goles debajo del arco. Los únicos tantos suyos que se rescatan con camiseta blanquiazul, son uno de cabeza a la ‘U’ en el Monumental (2008) y uno agónico a Cristal en Matute (2009). No se caracteriza por ser ese ‘9’ que asuste a las zagas rivales, y si pensó en él para jugar por fuera, Alianza podría haberse ahorrado el dinero y hacer un ‘pozo’ para traer un verdadero fichaje para el 2014.
Real Garcilaso contrató a Víctor Ferreira (8 goles), UTC consiguió a Víctor Guazá (6 tantos) e Inti Gas a Andrés Arroyave (6). Ninguno de estos jugadores es estrella, o jugador ‘top’, tienen gol y eso los potencia. Quizás ninguno funcionaría en Alianza, pero por lo menos serian una mejor apuesta si es que un club requiere reforzarse por seis meses.
Si Alianza no quiere ser una vergüenza en el 2014 perdiendo partidos ante rivales pequeños, pasando varias fechas sin gol y dejando a sus hinchas sin título, debe pensar desde este momento en un proyecto serio. Aunque las ideas de quienes mandan en Matute parecen tan ausentes como el sponsor en el pecho de la camiseta para la que dicen trabajar.
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