Carlos Bernuy
El ascenso y caída de un futbolista peruano es a veces tan rápido como un abrir y cerrar de ojos. En un momento parecen que pueden ser y en otro ya no son nada. En un instante son las esperanzas del futuro y en el otro son las decepciones del pasado. Reimond Manco, Hernán Hinostroza, y los nombres peruanos podrían seguir y en esa lista empieza a aparecer Jean Deza.
Este domingo, el delantero hizo de todo menos preocuparse por su presente. Porque mientras su equipo, Montpellier, batallaba contra el Rodez por la Copa de Francia, Deza no tuvo mejor idea que burlarse en una red social del sobrepeso de una persona y así generar risas tontas en, esperamos, muy pocas personas.
“Haré goles el próximo fin de semana contra el Mónaco”, respondió el jugador cuando alguien le preguntó sobre en qué momento empezará a destacar. Un deseo interesante para alguien que solo ha tenido 63 minutos desde que fue fichado y que cuenta muy poco para el técnico Rolland Courbis, cuyo equipo está a tres puntos de la zona del descenso.
Pero lo de Deza no es de ahora, en el Sudamericano Sub 20 metió una tonta mano. El delantero también fue ‘vendido’ en algún momento por alguna bailarina y fue mandado a la reserva (algunas versiones hablaron de indisciplina) por el técnico Julio César Uribe cuando estaba en la San Martín.
¿Más de lo mismo? A los 20 años, este joven todavía puede cambiar sus hábitos, buscar continuidad, entender que el fútbol es de momentos y estos, a veces, desaparecen tan rápido como abrir y cerrar los ojos. Como soñar y despertar.
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