El ministro del Interior, Wilfredo Pedraza, dispuso el relevo del personal que está al mando de la Dirección de Seguridad de Penales de la Policía Nacional y de los agentes encargados de la custodia de los internos que esta tarde fugaron del penal de Lurigancho, entre los que se encontraba Lindomar Hernández, asesino confeso del fotógrafo Luis Choy.
Precisó que son once los efectivos removidos: un general (jefe de la Dirección de Seguridad de Penales), además de un coronel, un comandante, un mayor y los suboficiales encargados directamente del resguardo de los reos.
Dijo que esta medida se determinó al margen de la investigación que ya está llevando a cabo Inspectoría de la PNP.
El funcionario no descartó que detrás de este hecho haya habido corrupción, ya que la fuga necesariamente “tiene que contar con la complicidad de quienes se encargaban de la custodia”.
“Se trata de una fuga escandalosa, de un área que, es verdad, está bajo custodia policial, no judicial”, remarcó.
Asimismo, informó que se revisarán los videos de este recinto y expresó su confianza en que pronto los delincuentes fugados serán recapturados.
“Yo espero que muy pronto no solo los recapturemos, sino también identifiquemos a los responsables para que se vayan con ellos a prisión. La investigación dirá el grado de responsabilidad y, de ser necesario, el retiro, porque ayudar a la fuga de un reo es un delito y eso merece prisión”, subrayó.
“Ha costado mucho trabajo a la Dirincri ubicarlos y detenerlos (a los hampones), pareciera que es policía contra policía; una pena porque nosotros no vamos a permitirlo”, señaló.
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