En esta época del año, hay padres que descubren lo siguiente: sus hijos están a punto de desaprobar un curso o, incluso, repetir el año. En muchos casos, no hay forma de revertir la situación.
RAZONES DE PESO
Según Alicio Domínguez, psicólogo de la Universidad Católica Sedes Sapientiae (UCSS), lo ideal es que los padres, en vez de castigar a sus hijos, se sienten a conversar para saber qué ha ocurrido.
Por un lado, hay causas internas, tales como falta de motivación, trastornos de conducta o personalidad, dificultades en los sentidos (miopía, por ejemplo), entre otros. Por otro, hay causas externas, como los problemas económicos y todo lo que ello genera (estrés, vergüenza), falta de un apropiado ambiente para estudiar en casa, el ‘bullying’ en el colegio, en fin.
ACCIONES A TOMAR
“El fracaso escolar es un problema social, no solo personal”, afirma Domínguez. Es decir, el alumno necesita el apoyo de sus padres y su entorno académico para salir adelante. El desarrollo de técnicas de estudio, la asesoría psicológica y otras herramientas deben ser tomadas en cuenta para que el alumno mejore.
Equivocarse es parte del aprendizaje, siempre y cuando se obtengan lecciones a partir de ello.
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