Dice la antropóloga Helen Fisher que la fase de amor intenso, mágico y embriagador puede durar un año y medio como máximo. A partir de entonces, el nivel de hormonas que se encargan de mantenernos enamorados inicia un proceso de caída. Fisher, una investigadora que ha estudiado a fondo los misterios científicos del amor, ha probado que el romance tiene fecha de vencimiento.
SE APAGA LA CHISPA
Lo cierto es que el desencanto puede llegar antes de los 18 meses. “No me gusta el sonido que hace a la hora de comer”, cuenta Vera (28). “Tenemos juntos ocho meses y, para ser honesta, hay más cosas que no soporto: las reuniones que tiene con sus amigos, que programe su vida en función a los partidos del fútbol inglés, que fume”.
“La idea de ser fashion blogger no me parecía mala, pero ahora es insoportable”, confiesa Rafael (30). “Conocí a mi enamorada hace un año. Recién se iniciaba en el mundo de los blogs de moda. Ahora es conocida y siento que se ha vuelto muy frívola. No quiero escucharla hablar de zapatos, fiestas y nombres de diseñadores. Que se desvele escribiendo textos para su blog, como si estuviera desarrollando la cura para el ébola, me parece surrealista. Ya no la quiero ni respeto como antes”, agrega.
ACCIONES A TOMAR
Lo normal es que la intensidad del romance tienda hacia la baja. No obstante, esto no significa que la relación deba terminar. Al contrario, como aconseja Fi-sher en sus ponencias y libros dedicados al amor, es momento de invertir más esfuerzo y tiempo en el ser amado.
Hay que hablar cuando aparezcan los primeros signos de insatisfacción. Si algo incomoda, es necesario darlo a conocer y buscar soluciones. Lo peor que se puede hacer es aguantar, explotar y confesar todo en momentos de furia.
En la fase de enamoramiento vertiginoso, las personas pueden tolerar defectos ajenos porque, simplemente, no los ven. Y si los ven, no parecen importantes.
Las relaciones a largo plazo, más bien, se basan en la confianza, la complicidad, la comprensión. El tiempo estimula la tolerancia: saber amar a pesar de las diferencias y defectos del otro.
DATO
- Las relaciones a largo plazo se basan en la estimulación de la hormona llamada dopamina. Los abrazos, el diálogo y el compartir momentos en pareja ocasionan su liberación en el cuerpo y, por lo tanto, se fortalece del vínculo amoroso.
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