Un mal rato pasó la ministra de Justicia, Eda Rivas, durante la inauguración de unos talleres productivos en el interior del penal El Milagro de Trujillo.
Cuando procedió a romper simbólicamente una botella de champán como parte de la ceremonia, el envase reventó de tal forma que los vidrios y el espumante le cayeron en el rostro. Aunque los asistentes reaccionaron para auxiliarla, el incidente no pasó a mayores.
Ministra terminó con la cara mojada. (Perú21)Lo que también le ‘reventó’ en la cara fue que la presentación de unos bloqueadores de celulares que debían ser entregados al centro de reclusión, pero nunca llegaron a su destino.
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