Análisis: La elección de Ana María Solórzano como presidenta del Congreso

El periodista Enrique Castillo habló sobre el ajustado triunfo en segunda elección de la lista oficialista encabezada por Ana María Solórzano para la Mesa Directiva del Congreso, la cual se debió en parte a las discrepancias dentro del mismo nacionalismo por la candidatura de la legisladora y que muchos creen que fue impuesta desde Palacio de Gobierno.

“Podría decir que en principio el Gobierno no solamente ha sufrido para poder hacerse de la Mesa Directiva, sino que se ha debilitado muchísimo. No es la primera vez que el Gobierno tiene un traspié en el Congreso”, señaló Castillo a Perú21, quien recordó las dificultades por las que atravesó el ahora expremier René Cornejo para obtener el voto de confianza del Parlamento.

“El voto de confianza a René Cornejo cuando sustentó su plan de trabajo para ser primer ministro, le significó también un duro revés al Gobierno. Hoy tiene que ganar en segunda vuelta y esto debido a cinco o seis votos en blanco que generaron estas abstenciones que no le dieron el triunfo a Javier Bedoya pero ha sido en segunda vuelta, lo cual significa que el Gobierno tiene muchas dificultades para generar consenso”, añadió.

El también analista político indicó que este ajustado triunfo del oficialismo en la elección de la nueva Mesa Directiva del Congreso se ha debido a la “soberbia del Gobierno, personificada en el presidente de la República, que se dio el lujo de decirle a los representantes de Gana Perú que ‘tienen la puertas abiertas para irse’”, lo cual –advirtió– “le ha generado un costo”.

“Para esta elección, el presidente de la República ha tenido que llamar personalmente a algunos de los disidentes para tratar de convencerlos para ganar algunos votos. No dudamos que ha habido algunos otros ofrecimientos y algunas otras llamadas a varios congresistas para tratar de lograr un voto que en la primera vuelta le fue adverso al Gobierno y favorable a Javier Bedoya. Esto lo que demuestra es la debilidad institucional y política del Ejecutivo, del Partido Nacionalista, que le va a dificultar el generar consensos dentro del Congreso para poder sacar adelante algunas reformas o algunas leyes”, acotó.

“El Gobierno no solamente va a tener que tratar de convencer a muchos de los que hoy no son sus aliados, sino va a tener que negociar con ellos muchas cosas, de tal manera que el costo político y seguramente de otra índole será mayor para el Gobierno, y esto debido al aislamiento del presidente de la República, a esa suerte de manejo tan encerrado en un cogollo de colaboradores que le ha significado al presidente no tener alternativas para ministerios, para presidencia del Congreso, para viciministerios o para algún otro cargo”, sentenció.