Sin ficción también se llega lejos

Escritor

En el Perú, 2014 ha sido un año pródigo en libros de no ficción. Por lo general, en los balances de la producción editorial, las novelas ocupan los primeros lugares. Sin embargo, en esta ocasión, varios de los títulos más atractivos no son obras de imaginación sino libros de ensayos, artículos, memorias, semblanzas y reportajes.

Caiga quien caiga (Planeta), de José Ugaz, refiere sus vicisitudes al frente de la Procuraduría Anticorrupción, cuando se le encargó la misión de capturar al prófugo Vladimiro Montesinos. Este vibrante testimonio nos sumerge en las altas esferas de la política y sus extraños vericuetos, y pone al descubierto los entretelones de una época nefasta de nuestra historia.

José Miguel Oviedo, uno de los críticos más influyentes de las letras latinoamericanas, nos ha entregado sus memorias, Una locura razonable (Aguilar), donde pasa revista a sus ochenta años de vida. Apasionado y reflexivo, escudriña en su pasado y lo hace sin escamotear las incongruencias y contradicciones que anidan en toda existencia.

Un hombre flaco (Ediciones Diego Portales) es el retrato de Julio Ramón Ribeyro que ha plasmado Daniel Titinger, fruto de una prolija investigación. El autor hilvana una semblanza ágil y poliédrica, a partir de múltiples testimonios, y construye una imagen precisa de la compleja personalidad del escritor.

Gracias a la feliz iniciativa de Alejandro Susti, quien ha investigado la trayectoria periodística de Sebastián Salazar Bondy, se ha rescatado a una de las figuras claves de la Generación del 50. Los dos volúmenes de La luz tras la memoria (Lápix) reúnen los mejores artículos de ese estupendo escritor, periodista y animador cultural, quien, como se sabe, murió a los 41 años, en 1965, cuando aún tenía mucho que dar.

Alonso Cueto ha sumado su experiencia creativa a la de acucioso lector en La piel de un escritor (FCE), conjunto de ensayos que entusiasmará a quienes quieran conocer los secretos del oficio literario. Tambores invisibles (Peisa), de Fernando Ampuero, ofrece una variada colección de artículos, en la que predomina su mirada alerta y una prosa no menos incisiva. Asimismo, Cualquier hombre es una isla (FCE), de Mario Montalbetti, recopila sus ensayos sobre literatura y artes visuales, lo que permite apreciar una faceta distinta del reputado poeta y lingüista.

Desde luego, esta relación no pretende ser exhaustiva. Hemos aludido a los libros que han llegado a nuestras manos y cuya lectura hemos disfrutado. Si bien solemos inclinarnos por las obras de ficción, habrá que reconocer que la vertiente de no ficción nos ha deparado grandes sorpresas en el año que culmina.