Luis Guadalupe,Futbolista
Autor: Randy Cardozo.
rcardozo@peru21.com
La espigada figura de Luis Guadalupe, el ‘Cuto’, llama la atención esté donde esté, y eso a él no le incomoda. Y Trujillo no ha sido la excepción. Se toma fotografías y firma autógrafos a pedido de señoritas y niños que lo admiran por su sencillez y simpatía. Y todo esto hace que sienta a esta ciudad como si fuera su casa. El ‘Cuto’ no le teme al reto de este año, que es ganar el título con su actual club, César Vallejo, y participar en la Copa Libertadores. Lo que sí lamenta es el racismo y la violencia de las barras bravas en los estadios.
¿Qué diferencia a Luis Guadalupe de los demás?
Ser un líder, ser humilde y trabajar como siempre lo he hecho en los clubes en los que he sido contratado. En la cancha soy un león, y fuera de ella, un gatito. Es decir, durante el partido soy un guerrero que lucha todas las jugadas hasta conseguir el triunfo. Y cuando acaba el encuentro, sigo siendo la misma persona amiguera que siempre sonríe y mira las cosas con mente positiva.
También dice lo que piensa aunque duela.
Muchas veces he tenido que decir las cosas claras. Uno tiene que ser directo y frontal, y no ser hipócrita. Acá, en el Perú, a muchos no les gusta que les digan las cosas tal como son.
Ya lleva 20 años en el fútbol. ¿Hay ‘Cuto’ para rato?
(Sonríe) Claro que sí. Empecé mi carrera deportiva, es decir jugando en primera división, a los 18 años y nunca pensé que a mis 37 seguiría vigente. Futbolistas experimentados me dijeron que lo más fácil es llegar a la cima y que lo más difícil es mantenerse. Uno se mantiene vivo peleando por ganar los campeonatos y clasificar a la Copa Libertadores o jugar por algún club extranjero.
¿Y a sus 37 sigue soñando terminar su carrera en la ‘U’?
Soy hincha de Universitario y siento mucho orgullo de serlo. En ese club viví los grandes momentos de mi vida. ¿A qué jugador no le gustaría concluir su carrera en el equipo en el que debutó? A veces los sueños se cumplen y a veces no. Siempre he dicho que Dios es mi representante. Él me ha llevado a los mejores sitios y me ha bendecido. Esperemos a ver qué pasa. Si no hay posibilidades, igual daré lo mejor de mí en el club en el que esté.
¿La selección ya no está en sus planes?
Ya perdí las esperanzas de ser convocado, pues en mi mejor campaña 2009-2010 no me llamaron. Lo único que queda es no derrumbarse y seguir trabajando, pues la vida continúa. Estoy mentalizado en mi actual club. Todo equipo en el que he estado siempre lo he visto como si fuera mi selección peruana.
¿Está a favor de que se contrate a Marcelo Bielsa como técnico de la selección?
Dios quiera que sea así. Espero que esto no sea una cortina de humo, espero que estén realmente negociando con él y se llegue a concretar la contratación. Estoy convencido de que Bielsa haría un cambio total en el fútbol peruano. Él es un estudioso del fútbol y no se casa con nadie. Se necesita a un entrenador con mano de hierro, que a todos los trate por igual y que ninguno tenga privilegios. Esto no significa que los técnicos peruanos no estén a la altura.
El Perú ha sido blanco de la crítica mundial por actos racistas en un estadio de Huancayo. ¿Qué opina de todo esto?
Hay que cambiar de mentalidad. Siento vergüenza de que algunos peruanos se comporten como vándalos y racistas, y que no sigan el ejemplo de hinchas de otros países. Particularmente, fui víctima de racismo en los clásicos y en otros encuentros, pero nunca me quejé. Al contrario, me reía e ignoraba los insultos, porque al fin y al cabo me hicieron más fuerte. Creo que cada quien debe sentirse orgulloso del color de su piel.
¿Si no hubiera sido futbolista a qué se hubiera dedicado?
Hubiera sido modelo. Me gusta el modelaje. Algún tiempo estuve en la pasarela exhibiendo ropa interior. Ya no creo que vuelva a incursionar en ese rubro porque ya quemé esa etapa. Ahora estoy en otra faceta, que es hacer lo que más me gusta: jugar fútbol.
Ya lleva un mes y medio en Trujillo. ¿Le gusta esta ciudad?
Claro, me gusta el clima y la comida, como el cebiche y la chita al ajo. Me hablaron del shambar, pero aún no lo he probado. Me siento muy cómodo en Trujillo pues en la calle la gente se me acerca y se toma fotos conmigo, me saluda. Ese cariño en tan poco tiempo me hace sentir muy bien. Creo que cuando uno tiene su historia, no puede pasar desapercibido.
¿Su talla le ha traído problemas?
(Sonríe) Cuándo tenía 12 o 13 años, tenía problemas con el calzado. En ese tiempo encontrar zapatos de fútbol talla 44 era muy complicado y sufría mucho. Debía tener suerte para que algún compañero me preste o regale su calzado de segunda, que yo cuidaba como si fuera de oro. Ocasionalmente, algunos parientes que vivían en los Estados Unidos me enviaban como obsequio zapatillas que solo las usaba para reuniones familiares. Ahí era feliz.
AUTOFICHA
- Nací en Chincha, Ica, el 3 de abril de 1976. Tengo tres hijos: Luis, Ariana y Elías. Ellos están muy felices y eso es lo más importante para mí. Les inculco valores.
- Gané cuatro títulos: tres con la ‘U’ (1998, 1999, 2000) y uno con Aurich (2011). También dos subtítulos: con León (2010) y Garcilaso (2013).
- Por mi estatura (1.95 m.) muchos piensan que soy norteamericano o cubano, y entonces les aclaro amablemente y con mucho orgullo que en realidad soy peruano.
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