"Sendero ya no tiene el apoyo de campesinos"

El último domingo en el programa Panorama, el periodista y consultor en temas de narcotráfico y seguridad estratégica Pedro Yaranga dio a conocer, en exclusiva, un documento-manual elaborado hace unos meses por los hermanos Quispe Palomino, al que se le ha considerado El nuevo manual de Sendero. En sus veintiocho páginas, dicho texto habla de aniquilamientos selectivos y derribo de torres de alta tensión en su zona de operaciones, casi como las antiguas prácticas terroristas de la década de los 80. En este manifiesto, además, se amenaza de muerte a los que este grupo terrorista considera como “espías contrarrevolucionarios y anticomunistas”. Entre ellos, figura el propio Yaranga.

¿Cómo tuvo acceso a este documento?
Tengo en mis manos este documento hace exactamente dos semanas, a través de una fuente que no puedo revelar. Yo he hecho cobertura en el valle de los ríos Apurímac, Ene y Mantaro (Vraem) desde hace 25 años, entonces, tengo varios contactos. El último agosto me la pasé todo un mes allí investigando el tema del narcotráfico y de los Quispe Palomino.

Por eso lo han amenazado de muerte en el manual estratégico de operaciones. ¿No tiene miedo?
Sí, pues. Ahí en el documento han instado a mi aniquilamiento junto con otros nombres, como Alfredo Crespo, Manuel Fajardo (abogados de Guzmán) y Jaime Antezana. No es para menospreciar esta amenaza, pero creo que podría tratarse más de una guerra psicológica. Ahora, si lo pienso fríamente, yo creo que, si me encuentran, sí podrían matarme.

¿Qué relación tendría la elaboración de este nuevo manual con el atentado terrorista ocurrido el último martes en el Vraem, que dejó dos militares heridos y un terrorista muerto?
Bueno, este ataque evidentemente está relacionado con el grupo narcoterrorista encabezado por los Quispe Palomino. Ellos, ahorita, están en una ofensiva estratégica. Salen para hacer varios ataques en forma de emboscadas, nunca propiamente enfrentamientos. Porque lo que quieren es agarrar al enemigo por sorpresa. Tal como dicen en su último manual: “Aparecer como el viento, pero sin que nadie vea. Golpear y no ser golpeado. Actuar como el viento que sopla y nadie ve”.

Hay quienes sostienen que los Quispe Palomino están desligados de Sendero y que este ya no tiene presencia significativa en el Vraem. ¿Hay algo de cierto en ello?
Decir eso es como volver a los 80 cuando algún político decía que los terroristas de Sendero eran un puñado de abigeos. Sí, hay Sendero en el Vraem. El papá de los Quispe Palomino era amigo personal de Abimael Guzmán. Él, en el año 80, participó en la primera escuela militar en Lima de Sendero Luminoso. Ellos han sido los primeros en su pueblo en llevar el pensamiento de Sendero. La discrepancia que existe entre los Quispe Palomino y Sendero ha sido exclusivamente a nivel de cabecillas, no de ideología partidaria. Ellos siguen siendo el PCP. Así firman en su último manual aprobado: “Partido Comunista del Perú”.

Entonces, Sendero está volviendo a ser una amenaza fuerte en el Vraem…
Claro, estamos hablando de una guerra no convencional. Entonces, no necesitan mucha gente para ser una amenaza. Ahorita, el grupo de los Quispe Palomino tiene poco más de 450 personas. El peligro es que ellos pueden hacer desplazamientos más allá de la zona del Vraem. Tranquilamente, pueden atacar una comisaría o una base militar.

¿En qué zonas están operando ahora?
Ahorita están agazapados en todo lo que corresponde a la zona de Huancavelica, en Junín, en la provincia de Satipo, la selva del Cusco, en la zona alta de Ayacucho, en Abancay, Andahuaylas y Chincheros.

¿Habría posibilidad de que se desplacen más allá de esas zonas, tal vez a las ciudades?
Bien difícil. Están en ese tipo de zonas porque tienen una geografía especial. Ellos dominan el monte, la selva alta, la selva baja. Que salgan a la puna, como lo hacía la gente de Guzmán, no, no lo van a hacer. Y menos que hagan un desplazamiento para, por ejemplo, hacer un asesinato selectivo en Lima, muy difícil. Tendrían que tener un grupo de apoyo militarizado en Lima. Si ellos llegan a la ciudad, se pierden. En cambio, en el monte están como peces en el agua.

Han amenazado con acciones contra el gasoducto de Camisea y el derribo de torres de alta tensión y torres de telefonía celular…
Sí, pero mira, el tema es que ya no es como antes que los campesinos podrían apoyarlos. Los campesinos de ahora ya no son los mismos de los años 80. Ahora la gente más pobre de esas zonas incluso tiene su televisor, sus hijos ya estudian con luz. Y los que no tienen a gritos están pidiendo luz a las autoridades, son otras épocas. Si ellos hacen estos atentados, los más afectados van a ser los campesinos, y van a recibir el mayor rechazo de ellos. Hasta el más pobre, ahora, lleva su celular bajo la manta.

De todos modos, hay que preocuparse…
Sí, claro. Es un grupo militarizado con una ideología muy fuerte que tiene mucho dinero debido al narcotráfico. Incluso hasta ahora no se sabe la cantidad de dinero que tenía ‘Artemio’ en el Huallaga. Nadie sabe en poder de quién está. Es mucho dinero.

AUTOFICHA

■ “Estudié Periodismo en la Universidad Jaime Bausate y Meza. Desde hace 20 años, me he especializado en temas de narcotráfico y terrorismo. Actualmente, sigo un posgrado en Gestión Pública y trabajo como periodista freelance y consultor en temas de narcotráfico”.

■ “Luego de un trabajo de 25 años en los que he hecho cobertura periodística y análisis en el Vraem, estoy a punto de publicar el libro “Tormenta en el Vraem”, en el que analizo el problema social de la hoja de coca en esta zona”.

■ “No se debe menospreciar a este grupo narcoterrorista o decir que simplemente son narcotraficantes. Hay que analizar bien la situación. Nadie ha hecho hasta ahora un estudio a profundidad de los Quispe Palomino, ni siquiera la propia Policía Nacional”.

Por Diana Hidalgo (diana.hidalgo@peru21.com)