Rodrigo Prialé: Crecimiento potencial y mejora del bienestar

Una de las conclusiones más trascendentales que se extraen de la literatura sobre crecimiento económico es que los niveles de ingreso promedio de los países deben converger en el largo plazo. Ello implica que todos los países deberían llegar a ser países desarrollados en el largo plazo.

De ser así, las políticas económicas en el Perú deben enfocarse en lograr que el ingreso de los peruanos alcance el nivel de un país desarrollado en el plazo más breve posible, levantando los obstáculos que pueden ocasionar que el país quede “atrapado” como un país de ingreso medio.

¿Cuáles son esos obstáculos por superar? Entre ellos se encuentran: 1) lograr que la educación pública, en todos sus niveles, sea de calidad incuestionable; 2) lograr que las exportaciones crezcan continuamente para evitar que el país enfrente crisis de balanza de pagos en las próximas décadas, ya que ellas inevitablemente detendrán el crecimiento; para ello, a su vez se requiere propiciar el desarrollo de las industrias que tengan el mayor potencial de generación de divisas, como es el caso de la minera; 3) mejorar significativamente la calidad de los servicios públicos, en especial los de salud y seguridad pública; y 4) reducir el déficit de infraestructura para mejorar la competitividad internacional del país.

Si paulatinamente se van superando esos obstáculos, se fortalecerá el crecimiento potencial de la economía y con ello el ingreso promedio de los peruanos crecerá sin interrupciones hasta converger al nivel que le corresponde a un país desarrollado. ¿En cuántos años se puede lograr ello? Si se mantiene la tasa de crecimiento promedio del PBI per cápita registrada en los últimos 15 años (de 4%) la respuesta es 25; si esa tasa se redujera, digamos a 2%, se requerirían 50. Por lo tanto, la política económica debería enfocarse en al menos mantener la tasa de crecimiento potencial del PBI, ya que su reducción afectará negativamente el bienestar de los peruanos.