A raíz del fallo del Tribunal Constitucional que desecha el hábeas corpus de Nadine Heredia y allegados, hay varios mitos que han quedado expuestos sobre nuestro sistema de justicia. El mito más importante es que los peruanos buscamos justicia (¡porque somos un pueblo muy justo y noble!), pero no la encontramos en las instituciones jurisdiccionales. De ahí nuestra frustración, que hoy se hace patente en los linchamientos y las invocaciones de amplios sectores de la sociedad a emprender una reforma que ponga la justicia al servicio de la gente. Y así como se afirma que la “reforma electoral” “solucionará” los problemas de la política y sus partidos, también que la “reforma jurisdiccional” lo hará con la administración de justicia. ¡Pamplinas!
La verdad es que ninguna “reforma” solucionará nada porque la realidad es otra: a los peruanos lo que menos nos interesa es la justicia. Lo único que “nos” importa es que la justicia “nos” dé la razón.
Ejemplos.
1.- Cuando Alan García fue favorecido en dos instancias judiciales con una acción de garantía por el caso de la megacomisión, a pocos se les ocurrió que al ex presidente se le había hecho justicia. Por el contrario, si creemos en las encuestas, una mayoría creyó que se había burlado a la justicia porque “el Apra domina el Poder Judicial”. ¿Quiénes pensaban esto? Pues, obviamente, aquellos a los que les cae gordo García. ¿Discutieron los fallos de las dos instancias? ¿Los conocieron? ¿Los leyeron? Nada. ¿Alguien presentó alguna prueba concreta de que los fallos fueran venales? Nadie. No importa, todo lo que favorezca a García es porque “los jueces son apristas”. Really?
2.- Cuando Nadine Heredia ganó en dos instancias un hábeas corpus que la libraba de que se reabriera una investigación fiscal por lavado de activos, a pocos se les ocurrió que se había hecho justicia con la primera dama. Por el contrario, una mayoría creyó que se había burlado a la justicia porque “Nadine ha copado el Poder Judicial”. ¿Y los apristas? ¿Dónde quedaron? ¿No son acaso sus más encarnizados enemigos? Burdo razonamiento.
3.- Cuando el recurso de agravio presentado por la Fiscalía contra el hábeas corpus que favorecía a Nadine Heredia y allegados llegó al Tribunal Constitucional a muy pocos se les ocurrió que el TC iba a fallar de acuerdo a la justicia. Por el contrario, una fuerte corriente de opinión decidió por anticipado que el tribunal se disponía a “blindar” a Nadine Heredia. Allí estaba, para demostrarlo, una resolución del TC sobre cuántos votos hacen mayoría para emitir una sentencia en temas determinados… ¡que no tenían nada que ver con el hábeas corpus de Heredia! Por si esto fuera poco, ahí también estaba el magistrado ‘Ojitos’ (¿alguien lo puede identificar con nombre y apellidos y sin condicional por delante?), dispuesto a hipnotizar a todos los 6 magistrados restantes a favor de Heredia. La realidad es que el tribunal falló por unanimidad contra Heredia. ¿Y el blindaje? ¿Y ‘Ojitos’? ¿Y la resolución que preparaba el camino para que los votos de los magistrados la limpiaran de polvo y paja? Pues no había nada. Puro humo.
4.- Conocido el fallo del TC en su contra, Nadine Heredia convoca una conferencia de prensa en la que denuncia que “los magistrados la han decepcionado”. ¿Por qué? Pues porque no fallaron a su favor, claro. ¿Por qué? Pues porque se dejaron “intimidar” por la presión de fujimoristas y apristas. De otro lado, a algunos colegas el fallo les parece fantástico no porque se haya hecho justicia y estén de acuerdo con los argumentos de la sentencia –de hecho, no están de acuerdo–, sino porque, como no hay mal que por bien no venga, el fallo contra Heredia también es un fallo contra Alan García. Ahora cualquiera podrá reabrir las investigaciones archivadas del líder aprista, pues. ¡Qué justo!
Y así, la justicia no puede estar sino en crisis porque su legitimidad y aprobación pública están en función de si favorece al que me gusta y desfavorece al que no me gusta.
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