¿Rebelión en el oficialismo?

Las declaraciones de Sergio Tejada –uno de los congresistas más cercanos a la pareja Humala– no pueden pasar desapercibidas, porque pueden ser el inicio de una nueva etapa al interior del nacionalismo.

El congresista sostiene que en los paquetes reactivadores preparados por el gobierno hay medidas que se han dado para garantizar las ganancias de las empresas y que se incurre en un error cuando –a partir de la ley del nuevo régimen laboral juvenil– se cree que no todos tienen derechos, y que se tiene que dar la mitad de los derechos a algunos.

Pero lo más interesante de sus palabras es cuando dice que algo irrenunciable para él es la defensa de los derechos laborales, y que espera que esto se solucione porque significaría para él una distancia del rumbo que toma el gobierno.

Sergio Tejada advierte, de esta manera, que, si no se modifica sustancialmente la ley –algo inadmisible para el presidente, su esposa, el ministro de Economía y el ministro de Trabajo–, él se va del nacionalismo.

Así las cosas, solo la derogatoria de la ley podría hacer que Tejada se mantenga en la bancada, aunque no sabemos en qué condiciones luego de este enfrentamiento abierto con el gobierno.

El Ejecutivo estaba jugando a que, si la ley se derogaba, le echaría la culpa a la oposición por un juego oportunista y contradictorio. La exigencia y advertencia de Tejada le malogra la jugada al oficialismo y lo deja completamente solo.

Pero, adicionalmente, lo interesante es tratar de saber cuántos más piensan como el parlamentario Tejada. Y no solo para saber qué posibilidades tiene el Ejecutivo de seguir gobernando en la dirección que ha elegido, sino para conocer qué posibilidades hay de que a corto plazo –julio, quizás– el gobierno se quede casi sin bancada, y sin apoyo político alguno.

Esto, además, le va a generar un verdadero problema a la presidenta del Congreso, Ana María Solórzano, que va a sentir la misma soledad que su jefa.