Enrique Castillo: Los retos de PPK

Pedro Pablo Kuczynski va a necesitar mucho más que su reconocido carisma y su humor inglés en el 2017. Si no toma el control real de su administración y lidera su gobierno, no podrá corregir todos los errores cometidos, ni poner en marcha con éxito todos sus planes.

No va a ser un año fácil para el Perú, ni política, ni social, ni económicamente. Y, obviamente, tampoco lo será para PPK ni para su gobierno. Y si PPK cree que va a poder manejar las cosas como hasta ahora ha manejado sus actividades en otras áreas y posiciones, puede estar equivocado.

Lo estimulante es que ideas a este gobierno no le faltan. Planes y programas tienen. Lo que se ha hecho hasta ahora, y lo que se ha conocido, da para el entusiasmo, pero todavía no para la confianza.

Quizás el reto más importante y urgente para PPK es asumir y ser consciente de que es el presidente del Perú, y que ha aceptado voluntariamente un rol que implica asumir posiciones y tomar decisiones en función de su nueva condición. No tiene la misma libertad que tenía cuando era un ciudadano más del mundo, y ya no se representa solo a sí mismo. Representa al país y a un gobierno que enarboló ciertas banderas por las que la ciudadanía optó.

PPK no ganó para tener el título de presidente, ganó para gobernar, para gestionar. Y no se puede gobernar solo, ni improvisando. Se gobierna con un equipo al que se lidera, y se gobierna con objetivos claros, y con una hoja de ruta. PPK deberá hacer un análisis de la eficacia de su equipo y del compromiso de cada uno de los que lo conforman, y debe reestructurar ese equipo al más breve plazo.

PPK y su equipo deben gobernar, y deben buscar la mejor manera de ser gobierno, aun en condiciones difíciles políticamente, con un rumbo claro, sin marchas y contramarchas, sin ambigüedades, sin dejarse arrastrar por corrientes de cualquier naturaleza, y liderando y conduciendo al país.