Beto Ortiz,Pandemonio
Hermanito lindo. Hermanitolín: Te parecerá una cojudez, pero es un prejuicio puramente estético: me deprime la gente demasiado fea.
El talento, en cambio, me parece de vida o muerte. Todos tenemos alguno, pero la mayoría no tiene ni la más puta idea de cuál es. Y eso aburre como mierda y hace que la gente parezca toda igual. Ya me había olvidado de que existías, lo cual no es tan terrible si consideramos que no te conozco pero mucha gente que sí me conoce también se ha olvidado de que yo existo. O sea que todo bien. ¿Y sabes qué? Puedes vivir sin eso como las huevas. Durante este extraño año ermitaño me he escrito con mucha gente y está científicamente probado que:
1. soy mejor por escrito que en persona porque
2. escribo medianamente pajita.
Tu dibujo ese de la tapada ruca me ha parecido de la concha de su madre.
Hoy llamé a mi ya qué chucha y conversamos buen rato. Se me puso denso y pastoso y también trágico: confesó que había chifado a una rufiana sin jebe y que se cagaba de miedo de morirse. Yo le dije que, si le servía de consuelo, yo lo había hecho con unos 350 y seguía con vida. Creo que, por lo menos, le mejoré el ánimo. Luego me hizo recordar una anécdota en común que ya olvidé y me dijo: “Cuando tú y yo éramos chicos…”. Yo le dije: “¡Un momentito! Tú y yo nunca hemos sido chicos”. “Eso tiene muchas interpretaciones” –me dijo. “Felizmente” –le dije. Fin de la conversación. Hay que hacerle caso a Pedro Juan Gutiérrez:
LA VIDA ES UNA COMEDIA.
LA VIDA ES UNA COMEDIA.
(Hay que repetirlo hasta que sea cierto)
LA VIDA ES UNA COMEDIA.
Estoy en Boston, en casa de una ex y de su esposo y nos vamos juntos a un pintoresco pueblo de Vermont que se llama Perú con P de Pretzels. Con algo habrá que consolarse. Te mandaré fotos. También tengo planeado recorrer New Hampshire, solo porque me suena tan bien la idea de chupar alguna noche en medio del vaho a berrinche del Superba y contarle a alguien que yo recorría New Hampshire en los días en que Antero Flores-Aráoz asumía la presidencia transitoria de lo que quedaba de mi país. Te acordarás de mi. Me han dateado que hay unos buses que salen del Chinatown de Boston y te dejan en el Chinatown de New York por solo 30 cocos. Son 3 horas de viaje. Chapa tu Orión y ven a hacerme la taba. Hoy leí algo que estoy seguro te encantaría: una diatriba feroz del maestro Alfredo Quíspez Asín, (más conocido como en el mundo de la farándula como César Moro), contra la pobre Escuela Nacional de Bellas Artes. Está en el libro Prestigios del amor, que editó la Pontificia. En la sección “Prosas Varias”. Es magistral, deberías leerla, fotocopiarla y volantearla. Contiene una frase que creo usaré como epígrafe, como slogan de programa, como epitafio:
EL ARTE COMIENZA DONDE TERMINA LA TRANQULIDAD.
Bueno, para esos días en los que una no puede, acabo de encontrar entre mis periódicos amarillentos, la sección culturosa del extinto “El Mundo” que editaba la Toli, ahí hay un artículo llamado queridos imbéciles, son unas cartas de Jack Kerouac, las tumultuosas relaciones que unieron y separaron a la pandilla mítica de la generación beat se revelan en toda su intensidad en este jugoso epistolario. Bueno la huevada es que creo que encontré la carta perfecta para estos odiosos días de menstruación en que te encuentras, estúpido. Espero que al leerla os sientas menos cagado. Claro que me hubiese gustado escribírtela yo pero beatnik no soy ni quiero ser. Léela con pinzas. Nunca te olvides de lo que el Papa Pier Paolo Pasolini nos enseñó: toda moderación es un exceso.
A William S. Burroughs
Setiembre 2,1945
133–01 crossbay blvd.
Ozone park, LI.,NY
Querido Bill:
Hace poco tuve el placer de tener a Ginsberg hospedado en casa y me enteré que regresas a New York el mes entrante. Permíteme felicitarte por tu rápida convalecencia y decirte de todo corazón que espero que en el futuro se presenten menos escollos en el camino de tu vida. En la templanza está la sabiduría. La moderación es la clave de todo éxito. Esperemos que las putas de la maldad dejen de remolonear ante los escalones de tu senda, arrastrándote hacia el prostíbulo de la desesperación y que de ahora en adelante puedas presentarlas con las manifestaciones más rígidas de una voluntad firme y viril.
Ad astra per áspera.
Sinceramente tuyo,
Jack Kerouac
Me ha parecido un poco porno la partecita en que se detiene en las manifestaciones rígidas de una voluntad viril.Te desasno: Ad astra per áspera significa algo así como “A los astros a través de lo arduo”. Carla García se tatuará esa frase en el antebrazo. Pero eso será en un futuro aún lejano porque yo todavía no la conozco ni sé de su existencia. Cuando vi la foto de los caballetes con los cuadros de cholitos tipo parque Kennedy volví a invocar el espíritu coca cola de César Moro. Toda esta fabricación masiva y obscena de cholitos sufriditos soplando quenas. Precisamente sobre eso trataba el artículo que te dije. Tienes que leerlo. Hagamos terrorismo: yo lo fotocopio y te lo mando y tú lo repartes como programa de circo, ¿okey? Pero, eso sí, tienes que aprender a ser menos paranoica, necesito que me des tu dirección, prometo no aparecerme nunca entre gallos y medianoche con un cuchillo de cocina a asesinar a tu conejito como Glenn Close.
Un abrazo como para el frío, huevas tristes.
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