¿Será que el congresista Lescano se está ‘colando’ en el Ejecutivo?
Es la única forma de entender que el nuevo Reglamento de Tránsito exija que, para conducir un auto, se deba seguir un curso de mecánica y otro de primeros auxilios. ¡Y una que pensaba que solo algunos congresistas podían dar este tipo de normas!
Como mi fuente de información no fue oficial sino la noticia transmitida por los medios, pensé que en algún momento habría una aclaración. Sin embargo, las entusiastas intervenciones de una funcionaria me regresaron a la dura realidad: “como hay tantos accidentes, se debe poder dar respiración boca a boca” (!!!).
Obviamente, no todas las consecuencias de esta norma son negativas: una nueva oportunidad de negocios se abre para todos los que quieran invertir en institutos de manejo, mecánica y atenciones de emergencia médica. Y no es la primera vez, ni será (desafortunadamente) la última en la que una norma de gobierno abra las puertas a nuevos negocios y, bueno, a la corrupción. Porque cuanto más altas las barreras, más complicadas las cosas, más largos los tiempos de espera, mayores los incentivos para ‘cortar camino’.
Uno de los pocos trámites que funcionaban bastante bien era la obtención de pasaporte. Tiempo promedio: 15 minutos. Ningún incentivo para mafias ni tramitadores, ni para pago de coimas. Pero lo bueno dura poco y, somos tan especiales que, a diferencia de lo que ocurre en el resto del mundo, acá la avanzada tecnología del pasaporte nos ha regresado a las colas de madrugada en las calles, los pagos para adelantar las citas que, de otra manera tardan 4 meses y, acá el ‘lado amable’, una oportunidad de empleo alternativo para los tramitadores. Para completar el “círculo virtuoso” solo falta dar incentivos para su formalización como MYPE, tal vez con una facilidad de crédito y menores impuestos.
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