El sistema de salud pública se encuentra en una grave crisis. Al incontenible avance de la temida gripe AH1N1, que ya ha cobrado la vida de 18 personas y ha afectado a otras 216, se suma una preocupante amenaza: los representantes de la Federación Médica Peruana (FMP) dicen que desde hoy entregarán los hospitales del Estado.
Esto se da en el preciso momento en el que diversos gobiernos regionales han encendido la alarma por la mortal influenza. Así, los gobiernos regionales de Ica y de Lima han decidido suspender los desfiles y las clases escolares para evitar la propagación de la enfermedad. En tanto, en Moquegua, se ha optado por adelantar las vacaciones escolares por esta misma razón.
Sin embargo, a pesar de esta situación, los médicos insisten con abandonar diversos servicios. En los 10 días que lleva la huelga, han dejado de atender en dos áreas de la ex Maternidad de Lima, en dos del Hospital Regional del Cusco y en otras dos del hospital La Merced de Chiclayo.
En tanto, en Arequipa, la FMP anunció que, a partir de la próxima semana, entregarán los hospitales, pese a que hay 11 personas con AH1N1 y otras 63 con AH2N3, las que necesitan atención urgente. Edwin Bengoa, gerente regional de salud, indicó que vienen analizando alternativas para atender ambas contingencias.
Ayer, el personal médico iba a entregar el hospital Hermilio Valdizán de Ate. Pero a última hora, los galenos desistieron de esta medida, pues los representantes de la FMP fueron convocados a una reunión en el Ministerio de Salud (Minsa), la tercera de este tipo que se realiza desde que se inició la huelga.
Pese a esto, quince de los veinte jefes de servicio de dicha institución renunciaron a sus cargos, lo que ha generado graves problemas en la atención de los pacientes.
Si las conversaciones no llegan a buen término, dejarán inoperativo el 80% del mencionado nosocomio, amenazaron. Además, comenzarán a entregar otros centros de salud del país.
Jesús Bonilla, presidente de la Asociación Nacional de Médicos del Ministerio de Salud (ANMMS), declaró ayer a Perú21 que la atención en las áreas de emergencia, de los hospitalizados y de las unidades de cuidados intensivos está garantizada. Sin embargo, precisó que las consultas sí han sufrido algunos retrasos.
EN PIE DE LUCHA
Ayer, los médicos realizaron diversas protestas. Un grupo se encadenó en la puerta del hospital Arzobispo Loayza, en el Cercado de Lima; otro hizo un plantón frente al hospital Valdizán y un tercero llevó a cabo un simbólico lavado de mandiles frente a la sede del Minsa.
Asimismo las enfermeras del sector público marcharon al Congreso de la República para solicitar incremento del presupuesto del sector, lo que ocasionó un gran congestionamiento en la avenida Abancay. Adicionalmente, las obstetras del hospital San Bartolomé iniciaron un paro de 48 horas.
Todo este clima de caos se da en vísperas de un feriado largo por Fiestas Patrias, que moviliza a millones de peruanos y que ocasiona el incremento de las emergencias. Si se produjera una desgracia de gran magnitud, ¿quién brindará el apoyo en salud?
En tanto, la Defensoría del Pueblo pidió al Ministerio de Salud y a la Federación Médica que busquen una solución.
Al cierre de esta edición, César Palomino, presidente de la FMP, dijo: “Nosotros vamos a permanecer en el ministerio hasta que nos den a conocer la nueva escala remunerativa”.
Además, refirió que “tenemos la voluntad de solucionar este problema, pero nos parece inconcebible que estando en una situación de emergencia sanitaria por los casos de AH1N1, los funcionarios del Ministerio de Salud se quieran tomar cinco días para descansar. Eso es un escándalo”.
DATOS
- Según la Federación Médica Peruana (FMP), en lo que va del año solo se ha ejecutado el 27% del presupuesto del sector Salud, cuando lo óptimo hubiera sido que se use más del 50% del mismo.
- Luego de visitar 39 hospitales, la Contraloría General de la República constató que, pese a la huelga, se vienen atendiendo las áreas críticas de los nosocomios.
- Sin embargo, dicha institución pudo comprobar que este año, el Minsa solo adquirió 4 millones de vacunas contra la influenza, cuando en el 2012 compró 6 millones de dosis.
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