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“Me emociona exponer en Perú, oí hablar bien de él”

“Créeme, es más fácil vivir así, disfrutando de las cosas, en lugar de ser una persona extremadamente ácida, crítica”, nos dice David Lachapelle, uno de los mejores fotógrafos del mundo.

Foto: César Fajardo.
Foto: César Fajardo.

Autor: Gonzalo Pajares.
gpajares@peru21.com

El año recién empieza y, en el terreno del arte, ya tenemos mucho que agradecer: el jueves se inauguró en el MAC-Lima la retrospectiva (1984-2013) del fotógrafo estadounidense David LaChapelle, uno de los más influyentes del mundo. El hombre ha fotografiado a estrellas pop como Madonna y Michael Jackson, y ha realizado videos para Cristina Aguilera y Britney Spears, pero siempre ha sabido mantenerse en la cumbre del arte más sofisticado. En esta charla hablamos de su trabajo.

¿Qué es el pop para ti?
Es aquello que le gusta a la gente. Aunque el término está hoy afincado en el arte –y en la cultura popular–, no hay que dejar de lado su vínculo con la gente y sus gustos.

Tus imágenes tienen una clara influencia del arte renacentista y del pop. Curiosamente, el arte renacentista es visto como un arte mayor y el pop como parte de la cultura popular…
El renacimiento es bastante pop. Por ejemplo, una de sus imágenes icónicas es ‘La creación’, la obra que Miguel Ángel pintó en la Capilla Sixtina. Dime, ¿no es esa pieza una obra eminentemente pop? Desde niño me atrajo el trabajo de los renacentistas. Sus obras me resultan bellas, sublimes.

¿Sientes que la belleza, eso que está tan vilipendiado hoy en el mundo del arte, ocupa un lugar importante en tu trabajo?
Hay diferentes opiniones sobre lo que es “belleza”. Uno puede optar por usarla o no. Me gusta usarla, sobre todo como vehículo de atracción. Ahora, es muy claro que lo que es bello para mí no lo es necesariamente para otros. Por eso, en este terreno me he propuesto ser honesto conmigo mismo.

¿Cómo describirías a la belleza?
(Piensa). Tiene diferentes formas y viene de diferentes maneras. Es algo que, cuando lo ves, cuando lo sientes, cuando lo intuyes, desde muy adentro, te hace sentir bien, te hace sentir mejor.

Tu obra está llena de elementos místicos y religiosos…
En mí son frecuentes las preguntas sobre el espíritu y sobre dónde empieza y dónde acaba la vida. Todo esto tiene que ver conmigo, con quién soy y qué pienso.

¿Te gusta el ser humano?
Sí… excepto en multitudes (ríe). Me encanta fotografiar a las personas, es algo que siempre me ha gustado.

¿Qué buscas rescatar y transmitir del ser humano? ¿Tu exploración es meramente estética o también es existencial?
La forma humana es bella, es parte de la naturaleza, viene en muchas formas. Por eso, a mí me gusta fotografiarla porque siento que, al hacerlo, la celebro.

¿Qué tan importante es la sexualidad?
Es una forma de celebrar la vida y al ser humano. Es un regalo, yo lo veo así… y como es un regalo, no debería avergonzarnos ejercerla, vivirla.

¿Te gusta el mundo de hoy?
Me gustan algunas partes de este mundo; otras, las detesto. Ahora, esto nos pasa a todos, ¿no? (ríe). Mi actitud frente a la vida es mantenerme en espacios llenos de luz y alejarme de la oscuridad.

En Land Scape, una de tus últimas series, hablas de la industrialización del mundo y sus tóxicas consecuencias…
La industrialización, nos guste o no, transformó el mundo… y eso es, precisamente, lo que quise representar en ese trabajo. Yo no conmemoro ni critico el fenómeno de la industrialización, solo la muestro, y digo que mucho de lo que vivimos hoy nace o parte de ella. Uno de sus beneficios, vinculado a la tecnología y al avance del transporte, es que yo esté hoy en Lima (risas).

¿Diferencias tu trabajo comercial del personal, el que hacías por encargo frente al que nacía por iniciativa propia?
Yo disfruto la variedad, las cosas distintas… todo esto me mantiene anclado en el mundo, fresco, activo, vital. Entonces, esa preocupación sobre mi trabajo no es algo que me plantee. Yo dejé de hacer fotografía por encargo en 2006, y ahora solo me dedico a aquello que me motiva, que me atrae. Pero siempre he trabajado todo de la misma manera, siempre con el máximo rigor, pero dándole espacio a la intuición. En realidad, cuando yo tengo que retratar a una persona, no soy yo quien impone la imagen, es el retratado con su personalidad y actitud quien marca el camino a seguir.

Pasar de la fotografía al video, de la imagen fija a la imagen en movimiento, ¿es una evolución en tu devenir artístico, acaso algo inevitable?
Todo esto le añade variedad a mi trabajo, a mi desempeño artístico. Explorando nuevos terrenos surgen ideas originales, otra energía, distintas motivaciones para crear. Es decir, son maneras diversas de interactuar con el mundo, de evitar el aislamiento, la soledad. La imagen detenida tiene un poder que la imagen en movimiento no tiene, a pesar de que al video le puedas agregar sonido, voces, música.

¿Qué tan importante es la música en tu vida y en tu trabajo?
La música es esencial… a tal punto que, cuando trabajo, en las largas sesiones de fotografía o rodaje, la música no puede estar ausente. Esta me ayuda a alcanzar una sensación de paz. En mi fotografía intento ‘tocar’ a las personas de la misma manera que las ‘toca’ o conmueve la música. Yo la escucho tanto como sea posible.

Como videísta has trabajado con Cristina Aguilera, No Doubt, pero en tu vida están Mozart, Beethoven y Schubert.
Sí. Ahora, yo no soy un crítico musical, escucho de todo… y tengo la suerte de que casi toda la música me gusta. Créeme, es más fácil vivir así, disfrutando de las cosas, en lugar de ser una persona extremadamente ácida, crítica.

¿Eres consciente de que a partir de la presencia en tu exposición de billetes peruanos intervenidos fotográficamente nuestra moneda ha ganado valor?
(Ríe). Bueno, a veces las ideas simples resultan geniales.

¿Por qué exponer en Perú?
Me emocioné cuando me invitaron a exponer en Perú, siempre oí hablar bien de este país. Hasta ahora he disfrutado muchísimo mi estadía acá.

AUTOFICHA

- “Me gustan algunas partes de este mundo; otras, las detesto. Ahora, esto nos pasa a todos, ¿no? (ríe). Mi actitud frente a la vida es mantenerme en espacios llenos de luz y alejarme de la oscuridad”.

- “Para mí, la sexualidad es una forma de celebrar la vida, de celebrar al ser humano. Es un regalo, yo lo veo así… y como es un regalo, no debería avergonzarnos ejercerla, vivirla”.

- “En mí son frecuentes las preguntas sobre el espíritu, sobre dónde empieza y dónde acaba la vida. Todo lo que me inquieta, lo que me conmueve y me transporta aparece una y otra vez en mi trabajo”.


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