04.DIC Miércoles, 2024
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Opinión

Mónica Delta,Opina.21
Ana Jara ha hecho lo correcto al dialogar con todas las fuerzas políticas en un gran esfuerzo por tender algunos puentes con adversarios políticos, casi todos “rotos” por un estilo presidencial. Lo malo es que la flamante primera ministra hizo lo que los gabinetes anteriores debieron hacer desde el inicio. Al ingresar al cuarto año de un periodo de cinco es más complicado obtener respaldos debido a que se ha gastado el capital político y hay un déficit de confianza mutua, y porque la mayoría en el Congreso también juega descuentos y está en los acomodos preelectorales.

Sin embargo, como reza el dicho, más vale tarde que nunca. Jara, quien no genera grandes anticuerpos, aunque hable más generalidades que precisiones, ha invocado dos palabras mágicas: unidad y concertación, cuyo significado solo será dado por las próximas acciones gubernamentales. De lo contrario, quedarán en el encabezado de un titular periodístico.

Lo que me ha sorprendido en el discurso de investidura es la cantidad de veces que se ha repetido la palabra “millones”. Fueron 92 veces en 120 minutos, como ha señalado un artículo en El Comercio, basado en un analizador de textos. Quiere decir que tenemos plata, mucha plata y ahora tendrán que demostrar que saben cómo gastarla en beneficio de las mayorías y de manera eficiente. Esa es la tarea del Ejecutivo.

En contraste, la palabra seguridad apareció solo 21 veces. Pero no hay por qué alarmarse, pues el súper-ministro Urresti con sus apariciones mediáticas parece haber apaciguado la ansiedad ciudadana si nos basamos en las cifras de respaldo que ha obtenido en las últimas encuestas. El tiempo dirá.

No quisiera terminar esta columna sin llamar la atención de un hecho horroroso que ningún “dios justo apoyaría”, como ha dicho Barack Obama. La decapitación del periodista James Foley, grabada y difundida por sus asesinos, los yihadistas musulmanes. Un crimen abominable de estos extremistas que son el “cáncer” de la humanidad. ¡Que el verdadero Dios haga justicia!


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