Como buen liberal, soy partidario del voto voluntario. Pienso que es la única manera de construir una sociedad de ciudadanos responsables. Vemos que la gente va obligada a votar y entiende el voto como una venganza, no como un derecho. Va a vengarse de los políticos y elige a los peores y no a los mejores. Sí existe el peligro de que la gente no acuda a sufragar, pero eso obliga a los políticos a actuar con responsabilidad para atraer a los ciudadanos a las ánforas. El cambio es imperativo para la salud democrática y la construcción de estado de derecho a largo plazo. El voto voluntario es siempre mejor y el ejemplo es Estados Unidos. Hay que actuar con valentía. Tiene que ser un debate claro y transparente. Si la gente no va a votar, la desaprobación es a todos los políticos. Pienso que (los políticos) tienen miedo a quedar en evidencia como ilegítimos. Ellos ya están totalmente deslegitimados, el Congreso es el hazmerreír del país y los gobiernos, unos tras otros, terminan en un profunda crisis de popularidad, pero que está encubierta detrás de una ficción que es la obligatoriedad del voto.
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