Hace 30 años que no se produce una reforma laboral relevante en el sector estatal, y ahora es cuando se necesitan más talentos.
Hay que tener claro que nadie perderá su trabajo ni que habrá algún perjuicio contra el trabajador. Al contrario, se generan más beneficios para ellos.
Es importante también que se hagan evaluaciones de desempeño del personal. Esto permitirá que se premie a los que están haciendo un mejor trabajo y que se aparte a los que no aportan mucho.
Además, se debe destacar que las capacitaciones son necesarias para el personal en todos los sectores. Lo mismo sucede con el ascenso basado en la meritocracia para lograr la eficacia y eficiencia de las entidades del Estado.
Lo que sí creo que se debe cambiar es el artículo que señala que no se pueden hacer negociaciones colectivas sobre temas relacionados con la economía, como los sueldos.
Pero, fuera de ese punto, no hay nada más que se deba criticar pues ahora toca avanzar hacia una tendencia moderna de la gestión del talento.
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