25.NOV Lunes, 2024
Lima
Última actualización 08:39 pm
Clasificados
Opinión

Carlos Meléndez,Persiana Americana
En mi columna de ayer traía a colación la campaña municipal de 2010, cuando Villarán fue favorecida por el retiro de la candidatura de Alex Kouri. Entonces, Villarán representó la “renovación” de la política y logró capturar el voto disponible (aunque no restó apoyo a Lourdes Flores). De concretarse la improcedencia de la candidatura de Castañeda ante el JNE, ¿hacia dónde iría ese casi 50% de apoyo electoral?.

Si consideramos el nivel de ingreso como variable determinante en el comportamiento electoral, lo más probable es que la intención de voto en los NSE A y B favorezcan a Heresi y Villarán, en ese orden. El alcalde de San Miguel y la alcaldesa de Lima tienen respaldos significativamente altos entre las clases acomodadas, en comparación con su promedio metropolitano. Según GfK, Heresi cuenta con un 12% en A/B (6% en toda la capital) y Villarán con un 20% en A/B (13% en toda la ciudad).

En la clase media baja (NSE C) se concentra el apoyo de Castañeda (56% de apoyo solidario). Villarán quizás tenga más éxito que Heresi en capitalizarlos, pero se abre el espacio para la competencia de los ‘otros’. Cornejo, Castillo, Sánchez Aizcorbe y Altuve, en ese orden, podrían aprovechar incluso mejor que la alcaldesa el vacío amarillo en este sector. El NSE C no es tan antiaprista como el resto de la población, lo cual favorecería al ex ministro de Transportes.

En las clases bajas (NSE D y E), Castillo (11% en E) y Sánchez Aizcorbe (5% en E) aventajan al resto, pues tienen el aparato y la sintonía con su cultura política. Heresi es muy A/B y Cornejo se enfrentaría a un duro antiaprismo en E. Villarán tiene el antivoto más fuerte en todos los niveles. Así, el pasivo de su gestión se convierte en su principal rival.


Si te interesó lo que acabas de leer, recuerda que puedes seguir nuestras últimas publicaciones por Facebook, Twitter y puedes suscribirte aquí a nuestro newsletter.