El superintendente de Banca y Seguros ha dicho que aceptaría que un afiliado a una administradora de fondo de pensiones (AFP) pueda retirar una vasta mayoría de su fondo en caso de sufrir una enfermedad terminal.
Le preguntamos al señor por qué esperar a estar casi en el lecho de muerte para hacer uso de los recursos que uno tiene acumulados en su fondo de la AFP. ¿Para qué puede servir ese dinero si a uno ya lo declararon enfermo terminal?, ¿para repartirlo?, ¿para “reventarlo” en los últimos días de vida?
Las palabras del superintendente reflejan el tipo de irracionalidad e insensibilidad que hacen daño al sistema previsional, y que provocan que mucha gente lo cuestione.
Varias veces hemos preguntado y nadie nos sabe responder: si un afiliado que ha ahorrado en una AFP por 20, 30 o 35 años y ha acumulado un fondo de S/.300,000 o S/.500,000 empieza a enfrentar –sin recursos– una grave enfermedad –cáncer, por ejemplo– que pone en verdadero riesgo su vida o la de su cónyuge–, ¿por qué no puede disponer de una buena parte de su fondo para vencer tal afección en lugar de esperar a que la enfermedad lo haya vencido a él y lo deje al borde de la muerte?
¿Teniendo dinero en un fondo que es suyo, debe endeudarse o vender sus propiedades para salvar su vida, mientras su fondo engorda en la AFP, hasta que el afiliado esté in artículo mortis?
Alguien puede decir: ese fondo no es para curar enfermedades, sino para asegurar una pensión al afiliado o a sus deudos si este muriera. Claro, pero, si no hay vida, no hay pensión, y si a los deudos solo les quedan deudas sin bienes, ¿hay pensión que sirva?
Señor superintendente, si cualquier afiliado, inclusive usted –Dios no lo quiera–, enfermara de suma gravedad, ¿no le vendría bien disponer de los recursos para curarse a tiempo y así salvar su vida o la de un ser querido en lugar de que le digan que deben llegar a ser declarados enfermos terminales para poder acceder a su dinero?
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