Cristina Rodríguez
ROLANDO ARELLANO
Cuando un cliente se queja es porque aún confía en que usted puede satisfacer sus necesidades, y le está pidiendo que lo haga. En otras palabras: le da una oportunidad de mejorar. Valore las quejas y trate bien a quienes las hagan.
Aunque estar frente a una queja es una situación tensa, es importante mantener la calma, escuchar con atención y no permitirse discutir con su cliente. Aprender de las eventualidades requiere esfuerzo, recursos y paciencia. Tenga en mente que manejar las quejas es una estrategia de fidelización, pues sus clientes se irán tranquilos y usted sabrá cómo hacer su negocio más atractivo.
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