Alfredo Ferrero,Al.Mercado
Hace tiempo circulaban rumores de su renuncia. Tras tres años de ministro, se fue y no en el mejor momento, considerando la economía y los cuestionamientos. Debe de haber tenido razones impostergables para irse. Castilla es muy cercano a la pareja presidencial y es el principal responsable de dar estabilidad económica al país y al gobierno, que tuvo un proyecto de “Gran Transformación” que nos habría llevado al precipicio. Las magras cifras económicas que coinciden con su salida no son de su sola responsabilidad. Reconoció que se demoró en reaccionar, pero pesan más los errores políticos del gobierno. Más allá de las críticas de sus opositores, que se vanaglorian de su partida, Castilla fue un factor de confianza para la inversión y la hoja de ruta que reemplazó a “La Gran Transformación”. Se agotó el piloto automático y se requiere un golpe de timón en nuestra economía.
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