AKCAKALE (Reuters).– Pese a que el Gobierno turco señaló que no quiere la guerra con Siria, ayer lanzó ataques de artillería sobre un pueblo fronterizo sirio matando a varios soldados, mientras que su Parlamento autorizó más acciones militares luego de la bomba disparada el miércoles pasado por Siria.
Previamente, Damasco se disculpó por el ataque donde murieron cinco civiles turcos.
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