Alfredo Ferrero: Chavín de Huántar héroes por siempre

El 22 de abril del año 1997, siendo las 3:23, fuimos testigos directos gracias a la televisión de un acto de valor inédito para el Perú y el mundo. Un grupo de 143 comandos, en unos pocos minutos (17), liberaron a 71 de los 72 rehenes “alojados” forzosamente durante 126 días por 14 terroristas del MRTA, en la entonces residencia del embajador de Japón.

No son muchas las ocasiones en las que se pueden ver actos de heroísmo en el momento que ocurren. Durante varias semanas cavaron túneles, incluso en la prensa se filtró esta información, lo que puso en riesgo la operación.

Llegó el día y los comandos irrumpieron sorpresivamente al rescate por distintos puntos de la residencia y jardines, sorprendiendo a los “terrucos” que jugaban fútbol en la sala del primer piso mientras unos pocos realizaban vigilancia tras el almuerzo. Para las coordinaciones y enlaces se contó con la valiosa colaboración del almirante Giampietri, el coronel Fernández y otros, quienes se comunicaron a través de beepers, Biblias, guitarras y termos de por medio con micrófonos incluidos, y bien podrían ser considerados héroes.

Esta operación es ejemplo y objeto de estudio en las escuelas militares de Israel, EE.UU. y Europa. No solo fueron abatidos los terroristas, sino que, a pesar del riesgo de la operación, solo 2 comandos, Valer y Jiménez, fueron abatidos, y el magistrado Giusti.

Durante semanas, las cadenas internacionales hicieron seguimiento apostados con cámaras en los techos de las residencias vecinas. El rescate fue captado por sus cámaras. Los comandos sufren procesos judiciales a pesar de que hubo combate, un comando perdió la vista, otro las piernas, hubo más de 25 heridos y 12 rehenes también.

No hubo ajusticiamiento sino un campo de batalla. Debieron ser declarados héroes hace mucho, bien por PPK y el Congreso. Gloria Eterna y Gratitud a los Héroes.