Mercedes Aráoz,Economista
Autor: Gonzalo Pajares.
gpajares@peru21.com
Mercedes Aráoz fue ministra de Economía. Hoy es columnista de Perú21 y vive en México, donde es funcionaria del Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Aquí repasamos algunas escenas de su vida personal y política.
¿Es una mujer bella y difícil de conquistar?
(Ríe). Según mi novio, sí; según yo, muy fácil (risas). Pero la belleza está en el carácter, en la personalidad, en el trato; a mi edad no voy a estar pensando en un niño bonito, este no me serviría para nada.
¿Se siente una mujer bella?
No, siempre tuve problemas de autoestima, me ha costado reconocer en mí una belleza física. Sé que tengo simpatía, que le caigo bien a la gente; pero he sido gordita y tuve que luchar con mi peso toda la vida.
¿Se hizo competitiva para elevar su autoestima?
No. Me gusta leer; nunca fui chancona, pero tengo fascinación por la investigación. Mi papá era un diccionario Larousse ambulante. En casa, aprender era un disfrute; las notas no importaban.
¿Por qué estudió Economía?
Yo quería ser artista, no economista (risas). Me gustaba la pintura, cantar, actuar. Sin embargo, tuve que elegir una carrera formal. Iba a ir por Ingeniería, pero llegué a una carrera que estudiaba a la gente desde una perspectiva interesante: cómo elegir en medio de la escasez.
Usted es liberal. ¿Alan García también lo es?
Es un converso (risas). Él mismo lo confiesa; era bastante más liberal que sus ministros de Economía: más liberal que yo y, a veces, más que Luis Carranza (risas). Si quieres desarrollo, hay que promover al pequeño, al mediano y al gran empresario; no hay que pensar solo en el chiquito-chiquito: eso es autoempleo, no genera productividad y mayor empleo. Hay que lograr que el individuo ‘sea’, que tenga la oportunidad de elegir, eso es ser liberal.
Supongo que nunca se imaginó trabajando con García…
Y él lo sabe. Yo no voté por Alan García en la primera vuelta de 2006 porque, como muchos, teníamos miedo de repetir aquella etapa triste para el país –la de los 80– cuando Alan fue presidente.
¿Se puede trabajar con García?
Sí. Durante los varios años que fui ministra me dejó hacer mis tareas, pero no descuidaba nada. Incluso me llamaba los domingos a preguntarme qué estaba haciendo.
¿Cuán poderosa se sintió como ministra de Economía?
Para mí, el poder es trabajo. Me encanta el trabajo. ¿Y el poder? Si algo caracterizó a mi gestión fue que trataba de facilitarles su trabajo a las otras carteras; mi fortaleza está en hacer más eficientes a los demás.
Pero sí le atrae el poder: fue candidata a la Presidencia…
Me atrajo la posibilidad de seguir en el servicio público. Es muy bonito trabajar para el país, ver que tu servicio público tiene resultados, que sacas adelante las cosas.
¿Qué hizo Alan García para convencerla de ser candidata?
No fue Alan, fue el comité político del Apra: Del Castillo, Mulder, Velásquez Quesquén, Cabanillas… Lo dudé pero, como hicimos un buen trabajo, sentí que podíamos hacer más. Con varios de ellos me mantengo en contacto. A algunos, como Velásquez y Mulder, les tengo mucha simpatía porque estuvieron al pie del cañón conmigo.
¿Fue una mala jugada retirar su candidatura?
No, pero no nos podíamos poner de acuerdo. Un candidato debe ser el líder del proceso, pero no me sentí respaldada por todo el Apra. El problema es que el comité político no me dio el soporte suficiente, las discrepancias se acrecentaron e hicieron que la candidatura no funcionara. Fue una lástima.
¿También se sintió poco respaldada por Alan García?
Él no tomó partido. Hablé con él, pero no quiso tomar partido. Tenía que cumplir con su rol de presidente de la República, no de presidente del Apra.
¿Volverá a la política?
Fue una linda etapa en mi vida, pero ahora estoy abocada a mi trabajo en el BID, que me permite colaborar en el diseño de políticas públicas. Además, faltan cuatro años y habría que pensarlo.
¿Está a favor de la revocatoria?
Esa ley no me gusta, es mala, y el Congreso debería revisarla. Genera mucha incertidumbre, inestabilidad, pero está vigente y hay que obedecerla… Y no hay que descalificar al otro si vota distinto a uno.
¿Ve con buenos ojos la gestión de Ollanta Humala?
En política económica ha mantenido reglas de juego que son buenas, no ha cambiado el desempeño del país, y el Perú va con buena viada.
¿Humala ha sido una grata sorpresa?
Fue una sorpresa porque hizo un giro. Pero también hay cosas ya institucionalizadas que son muy difíciles de cambiar. Hay que estar alerta y no sentirnos cómodos. Aprovechemos este crecimiento para hacer desarrollo económico.
AUTOFICHA
- La economía es ciencia y arte. Como ciencia tiene un método: es cartesiana. Es arte porque puede escapar del modelo pues busca el bienestar de la gente.
- Debemos crear institucionalidad, con partidos serios, sólidos. Hay demasiado caudillismo local, regional, y esto no le hace bien al país.
- Soy más una economista de raciocinio. Muchos creen que solo pensamos en dinero. No es así. Nuestra preocupación es social, cómo hacer que la gente salga adelante.
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